Homún es una localidad muy famosa por su inmensidad de cenotes, sin embargo, cada día surgen nuevos espacios para explorar y ese es el caso del cenote Maní Chan.
La gruta donde se encuentra ubicado el cenote es amplia y llena de sorpresas que, si bien a simple vista es difícil de apreciar, conforme más te adentras y los guías cuentan su historia te vas enamorando de este espacio natural el cual es la entrada al inframundo.
Para ingresar a la cueva debes pasar por una pequeña abertura, decorada con incrustaciones de piedra que, según cuentan los guías de turistas, fueron colocadas ahí por sus antiguos habitantes.
La cueva está rodeada de estalactitas, que delimitan el espacio y hay que bajar con mucho cuidado. Además, en algunas paredes se pueden apreciar conchas de mar, cosa que es completamente inusual en un cenote.
De igual manera, entre otros detalles excepcionales, en la entrada se puede ver un banco de arcilla, por lo que puede ser utilizado para faciales de belleza y exfoliación corporal.
Además, es quizá el único cenote con agua cálida, muy diferente a las bajas temperaturas en las que suele estar el agua de otros cenotes del estado.
¿De dónde surge el nombre Maní Chan?
El nombre del cenote Maní Chan significa “Pasos Pequeños”, en él puede apreciarse una enorme piedra que cuenta con unos pequeños escalones, que se consideran fueron la entrada principal para ingresar a las aguas cristalinas del cenote.
Al extremo contrario de esta piedra hay una columnata formada de la unión de estalagmita con estalactita.
Cuenta con espacios poco profundos para remojar los pies y convivir con los más pequeños de la familia, sin embargo, cuanto más te adentres el cenote alcanza una profundidad de 15 metros.
El contraste de colores entre las rocas en tonos naranjas y el agua cristalina color esmeralda es sin duda algo que no te puedes perder.
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ASC