Yucatán es conocido por sus edificios históricos, hermosas calles antiguas y hay algo que lo hace peculiar, y es las esquinas con diferentes nombres, entre los que se encuentra el Elefante, el Monifato, el Zorro, entre muchas otras más.
Sin embargo, hay una que llama la atención, y es la esquina de el Zopilote, ubicada en la calle 60 por 70 del centro de Mérida, donde una historia narra la muerte de un hombre.
La leyenda narra que en el año 1696, un hombre malhumorado, considerado excorregidor de indios y capitán de guerra llamado Rodrigo de Zieza y Soberón, le negó la ayuda a un hombre moribundo que agonizaba en la esquina de su casa.
Al ignorar al hombre, decidió ingresar a su casa, pero antes de entrar, un zopilote posó sobre el, cayendo fulminante al suelo sin razón aparente.
Tiempo después se supo que el hombre moribundo se trataba de una persona que había quedado pobre tras ser despojado de sus pertenencias por Rodrigo de Zieza.
Fue entonces que al fallecer, su espíritu entró en el del zopilote, y el plumífero, para reparar la injusticia que el corrupto De Zieza y Soberón había cometido, se cobró con la vida de éste.
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