Yucatán

Kekén enterró un cenote en Homún y ocultó el daño en dos más

La representante de Guardianes de los Cenotes denunció el daño ambiental de Papo, filial de Kekén, a tres cuerpos de agua ubicados en Homún, mismos que quería ocultar
Las dolinas Akulá, que es a cielo abierto, y el de Polabán, semicerrado, están en grave peligro, se ubican a escasos kilómetros de la planta de PAPO / Martín Zetina

La empresa Producción Alimentaria Porcícola (PAPO), aparcera de Kekén, mintió desde un principio sobre el daño que causaría al manto freático porque, para empezar, enterró un cenote que tenía en el interior de su predio y ocultó el daño a dos más que están ubicados a 1.5 kilómetros a su alrededor, aseguró Clemente May Echeverría, uno de los coordinadores de los Guardianes de los Cenotes.

POR ESTO! recorrió nuevamente Homún y detectó que hay dos cenotes muy cercanos a las inmediaciones de la granja, Akulá y Polabán, este último operaba como cooperativa y era administrado por un grupo de 12 mujeres, pero el año pasado cerró por falta de visitantes.

Noticia destacada

Greenpeace México se une a pobladores de Sitilpech contra Kekén y su granja porcícola

Noticia destacada

Kekén engañó a Conagua para poder operar una granja porcícola en Sitilpech, Yucatán

May Echeverría dijo que albañiles de la granja de PAPO, en el 2017, se encargaron en silencio de enterrar el cenote, prácticamente le echaron piedras hasta embutirlo y luego lo taparon con cemento con el propósito de que las autoridades de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) autorizaran el funcionamiento de la filial de Kekén.

También dijo que dos cenotes estaban en grave peligro, el Akulá, que es a cielo abierto y el de Polabán, semicerrado, a escasos kilómetros de donde se ubica la planta y que serían afectados directamente por las aguas que pretendía verter residuales al subsuelo.

POR ESTO! publicó ayer que la granja PAPO ocultó información al no reportar a las autoridades ambientales la calidad del agua en la granja de Homún. Además, en su manifiesto ambiental no reportó la forma de reparar los daños por la posible contaminación ambiental, al cumplirse este 19 de mayo un año del cierre definitivo de operaciones de esta empresa.

Fue en el 2017 cuando por medio de la entonces Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (Seduma) la empresa PAPO recibió la autorización para construir su granja para 49 mil cerdos. Mediante el expediente 006/2017, la dependencia estableció una serie de consideraciones para poder abrir la granja, entre ellas “detectar cenotes, cuevas o grutas que pudieran ubicarse en el interior del mismo” y en caso de hallar alguno, la empresa debió de reportarlo.

 De acuerdo con May Echeverría, de los Guardianes de los Cenotes, PAPO sí halló un cenote en su interior y en vez de reportarlo lo enterró, y entre otras cosas más, nunca consultó al pueblo maya, y durante los cuatro meses que operó antes de que la población recurriera a las vías legales para defenderse y fuera suspendida, logró movilizar alrededor de 5 mil cerdos.

PAPO pretendía extraer del subsuelo 2 millones 65 mil 446.6 metros cúbicos de agua al año, que equivalía a 2 mil 65 millones 446 mil 640 litros anuales y descargar un millón 149 mil 670 litros de aguas residuales, lo que al año representa 419 millones 629 mil 550 litros de agua contaminada.

Sólo operaron 4 meses

Por fortuna, May Echeverría expuso que la filial de Kekén sólo funcionó cuatro meses y no causó tantos daños y al cumplirse ahora un año da un respiro al manto acuífero, pues en Homún hay más de 300 cenotes, de los cuales 25 están activos.

Homún se encuentra en el Anillo de Cenotes, que es un área natural con protección estatal en Yucatán, en una alineación semicircular de ojos de agua relacionada con la teoría del impacto, hace unos 65 a 70 millones de años, del asteroide que produjo el cráter de Chicxulub.

Es un sistema hidrológico único en el mundo determinado por la alta permeabilidad del subsuelo en un área con alto flujo de agua, conformando una red de cavernas complejas, que actúan como ríos subterráneos, reservas de agua y salientes externas conocidos como cenotes.

Por su parte, la alcaldesa de Homún, Sandra Marisol Góngora, dijo que las autoridades municipales anteriores fueron las que dieron permisos a PAPO, pero ante la presión de la población se le retiró.

Explicó que el 60% de la actividad económica de los 8 mil 100 habitantes de Homún está relacionada con las visitas a los cenotes, y en general al turismo y a la prestación de servicios.

“Nos está yendo bien, la gente está visitando los cenotes, está generando empleo, hay hoteles aunque pequeños o medianos, pero están prestando servicio. Y no sólo eso porque estamos organizando encuentros con municipios de los alrededores promover la actitud artesanal”, dijo.

Dijo que organiza ferias con Huhí, Hoctún y Hocabá para mejorar el comercio y la actividad artesanal y su administración está pintando fachadas para hacerlo más atractivos para el turismo.

Hace varios años, la gente salía del municipio para buscar empleo en Mérida, pero ahora está trabajando en el municipio en la actitud turística y eso es muy bueno.

Consideró como positivo que el juez segundo haya determinado la suspensión de actividad de PAPO y que a un año de eso la gente está viviendo en paz y con tranquilidad.

Síguenos en Google News y recibe la mejor información.

JG