A días de cumplirse seis meses de que se incendió, ayer por la mañana se registró un nuevo siniestro en el relleno sanitario de Mérida, que se salió de control y, a pesar de que las llamas no fueron de gran tamaño, una densa columna de humo invadió a los habitantes de colonias circunvecinas y hasta de Ciudad Caucel y les causó problemas de salud.
El siniestro comenzó a las 4:30 horas, en el costado Sur de sitio de disposición final de residuos, concesionado a la empresa Veolia, y se dispuso de un amplio operativo para evitar la propagación del fuego a las zonas aledañas, pero el humo fue incontrolable.
Al lugar llegó personal municipal de Protección Civil y los Bomberos, con 11 pipas con capacidad entre 10 y 20 metros cúbicos de agua (10 mil y 20 mil litros, respectivamente): cinco de los servicios de emergencia, tres de Servicios Públicos Municipales, dos provenientes de empresas privadas y dos que envió la concesionaria Veolia.
Adicionalmente, la Secretaría de Seguridad Pública dispuso del helicóptero Bell 427, el cual fue adaptado para que pudiera utilizar la canasta contenedora que recientemente adquirió el Gobierno del Estado; dio varios viajes al lago del zoológico de Animaya, que se encuentra en Ciudad Caucel, donde “se recargaba”.
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Los habitantes del Poniente de Mérida alertaron desde temprana hora que el humo del basurero era visible desde varios kilómetros a la redonda de la zona de Susulá, cerca del Periférico de Mérida. Como el fuego fue en la cumbre del relleno sanitario y el humo se desplazó hacia el Poniente, los vecinos de Susulá dijeron que no percibieron los olores fétidos que emanaban la intensa humareda. Sin embargo, el olor se resintió en la comisaría de Chalmuch, donde los habitantes pidieron “buscar otro lugar para que se haga otro relleno sanitario”, ya que ese lo ven muy saturado.
Coincidieron en que “es mucha casualidad que cada seis meses se esté incendiando”, ya que la última vez que sucedió, fue el 27 de junio de 2022, cuando las llamas alcanzaron gran altura, pero al igual que ahora el Ayuntamiento de Mérida ocultó las causas.
Para el exsecretario de Ecología e investigador de la Unidad Mérida del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), Eduardo Batllori Sampedro, el siniestro “es un llamado de atención a las autoridades municipales”, ya que es el más grande del Estado y supuestamente el más seguro.
Consideró urgente el planteamiento metropolitano al problema de la basura, ya que al relleno sanitario de Mérida acepta los residuos sólidos que se generan en Umán, Kanasín y Progreso, entre otros municipios conurbados, por lo que a diario recibe cerca de 10 mil toneladas.
Señaló que el relleno sanitario de Mérida “es el más importante, el más grande y el más seguro de la región, por lo que es necesario saber las causas del incendio, para corregir la problemática”. Para garantizar la seguridad del lugar, recomendó poner una cubierta de material compuesto piedra blanc, de tierra o de sascab, para compactar el lugar.
Comentó que el fuego pudo originarse por varias razones, entre las que enlistó la mala captura de metano o, incluso, la negligencia del personal de recolecta de residuos sólidos.
Mencionó que bien pudo quedar un espacio abierto en donde pudo empezar el siniestro, y son numerosos los factores que pudieron originarlo, y ejemplificó con la ignición de metano, ya que el fuego inició en el interior, provocando una humareda, y el problema se extendió.
De ahí la importancia de tener trampas de extracción de gases, específicamente, el metano, el cual, “es una fuente de energía alterna desaprovechada”.
Batllori Sampedro comentó que la causa pudo ser, también, el efecto lupa provocado por los cristales o la colilla de un cigarrillo del personal que va a bordo de los camiones recolectores de basura, entre otros.
Por la tarde se informó que el siniestro ya estaba controlado, pero que todavía no estaba apagado en su totalidad; por tanto, el humo seguía expandiéndose en detrimento de la salud de los vecinos; decenas de familias de colonias aledañas sufrieron enrojecimiento de ojos e irritación en nariz y garganta. Habitantes la zona Sur de Ciudad Caucel se quejaron de “reacciones alérgicas”, debido al humo, y aunque afirmaron no tener ninguna repercusión grave más que irritación ocular y molestias en nariz y garganta; comentaron que tienen miedo por las repercusiones que pudieran originarse en niños, ancianos y embarazadas si esto vuelve a ocurrir.
“A mi bebé se le pusieron los ojos llorosos, pero no tardó tanto porque el viento ayudó con su cambio de dirección, pero cuando se dejó venir hacia nosotros daban muchas ganas de toser”, aseguró Carmen Caamal.
Por su parte, el especialista en neumología Baltazar Santos Herrera comentó que los incendios en los rellenos sanitarios son como bombas de tiempo, ya que lleva consigo la emisión de gases tóxicos, y arriesgan la salud de quienes aspiran el humo emanado de los vertederos, porque “arrastra” partículas finas (material particulado o PM, sus siglas en inglés) y una mezcla de gases, que afectan seriamente el sistema respiratorio.
“Algunos de los síntomas son ardor en los ojos, dificultad para respirar, goteo nasal, flema, sibilancia y tos; sin embargo, prolongar la exposición puede provocar dolores en el pecho, fatiga, falta de aire y palpitaciones en quienes sufren del corazón, así como flema, hiperventilación, molestia en el pecho, sibilancia, tos y problemas para respirar en quienes sufren de los pulmones”, explicó.
Asimismo, señaló que, las personas con más probabilidades de enfermarse son los ancianos, las embarazadas, los niños, pero sobre todo las personas con afecciones respiratorias y cardiacas prexistentes.
“Es muy peligro para las personas que tienen asma o arritmia cardiaca, pues la falta de aire limpio en los pulmones puede detonar alguna crisis e incluso causar la muerte en casos extremos”, comentó.
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GC