Así se vivió la llegada de las ánimas en los municipios de Yucatán

Miles de familias abarrotaron los camposantos del interior del Estado, llevando consigo flores y veladoras para honrar la memoria de los difuntos adultos, a quienes les dedicaron plegarias y oraciones para desearles un feliz retorno y tranquilidad a la familia que los tiene presentes.

En este puerto, a pesar de las intensas lluvias y ráfagas de viento superiores a los 30 kilómetros por hora por el frente frío, se registró una masiva llegada de familias. La presencia de la comunidad porteña comenzó a las 7:00 horas entre el color de las flores y el olor a mucbipollo que varias amas de los domicilios aledaños prepararon para recibir a sus seres queridos. A esto se agregó la presencia de varios integrantes de la familia de los cachiches, quienes cuentan con varios años dedicados a las labores y servicios en el Cementerio Municipal.

Un hecho notorio es que cada vez son menos las vistas de las nuevas generaciones, pues el trabajo de limpieza y colocación de alguna flor de temporada queda a cargo de los más grandes de la casa, aun bajo condiciones climáticas que no favorecían una estancia cómoda.

“Es triste que cada vez menos jóvenes se interesen por venir a ver a los familiares que ya no tenemos con nosotros. A mis 82 años sigo viniendo a visitar a mi mamá y a varios amigos que se han ido, aunque eso sí, cada año me cuesta más trabajo acarrear el agua que necesito para la casatumba”, relató María Estela Garrido.

Una adulta mayor que también aprovechó su tiempo en el camposanto fue Elena Pech T., de 69 años, quien ofreció rosas que compró en racimo para todas aquellas tumbas de las que nadie se acuerda.

Algo que llamó la atención fue la presencia de varios pequeños o cachiches que en busca de ganarse algunos pesos ofrecían llevar a cabo la limpieza de criptas.

“Tengo quince años y empecé desde los nueve en este tipo de trabajo, donde me divierto porque vengo acompañada de una prima y mi hermana menor. Hay gente que apenas nos da 10 pesos y otros visitantes que nos dejan hasta 100 pesos. En esta jornada del 1 y 2 de noviembre nos vamos hasta con más de 300 pesos”, declaró L.G.N.

En Dzidzantún, las familias esperaron a que dejara de llover para poder acudir al panteón y realizar la tradicional visita y colocación de ofrendas. Durante las primeras horas solo fueron vistos unos cuantos lugareños llegar al camposanto para solamente dejar sus flores y veladoras.

La pobladora Estela Cabrera dijo: “Está terrible la lluvia, yo al menos logré limpiar los osarios, solo faltaba que trajera las flores y las veladoras, fue rápido porque está lloviendo y no sabemos si se calmará”.

En la puerta del panteón estuvieron presentes elementos de la Policía Municipal para vigilar el ingreso y salida de las personas, sobre todo para mantener el orden en la vialidad, ya que está permitido el acceso de vehículos pequeños dentro del cementerio.

Por la lluvia, muchos de los pobladores llegaron al panteón antes de caer la noche, porque no hay horario para que las puertas del lugar se cierren, sobre todo cuando acuden habitantes que radican en Mérida o municipios cercanos.

Algo que recalcaron los visitantes es que el panteón de la localidad estaba limpio y arreglado, pero muchos nichos se encontraban en mal estado. Se espera que hoy se presente una multitud de visitantes en el lugar por las actividades religiosas que se efectúan al ser el Día de los Difuntos.

En Acanceh, una lluviosa bienvenida tuvieron las ánimas, pero a pesar del mal tiempo, la jornada conmemorativa a los finados se cumplió, tal y como señalan las tradiciones.

Por la mañana el zoco lució lleno de gente que realizó sus compras para las comidas y ofrendas del altar, así como las flores para sus difuntos.

Alrededor del mediodía, en todas las viviendas del municipio se realizaban rosarios para las ánimas y en el Cementerio Municipal la gente comenzó llegó llevando flores y veladoras.

En Peto, desde temprano llegó un gran número de personas al cementerio. La vecina Isabel Moo señaló que desde hace un par de días limpiaron “el nicho de mi papá y ahora con mis hermanos lo venimos a visitar para comentarle que estamos bien; lo extrañamos, pero lo tenemos presente, aunque ya esté descansando”.

La entrevistada indicó que algunos de sus hermanos no estuvieron presentes, pero en el transcurso de los días llegarán para formar parte de los festejos y pasar momentos en familia en honor a su padre que ya no está.

Una activa movilización se registró en las afueras del panteón, donde vendedores ambulantes de flores y veladoras se instalaron esperando hacer su agosto.

Hoy a las 10:00 horas se efectuará la misa en honor a los fieles difuntos en el cementerio.

En Chocholá, desde temprano decenas de personas acudieron al camposanto a llevar flores y veladoras a sus difuntos, entre ellos varios pobladores que ahora viven en Mérida y Umán.

Doña Aurora Paredes comentó que vino de Umán a traer flores y veladoras a su esposo ya fallecido. “En la casa pongo un plato de comida y velas encendidas con flores en la mesa, para los pixanes que nos visitan”.

Por su parte, doña Conchita Martín comentó que le hicieron un nuevo nicho a sus difuntos, “y hoy les traje veladoras y flores para recordarlos en su día”.

A cada momento se observaron las tricimotos llevando personas al Cementerio General. Por su parte, la autoridad municipal colocó unos tambores para que la gente depositara la basura que genera.

El sitio estuvo iluminado en la noche, para darle una buena imagen. Por su parte, el párroco Aarón Esteban Sánchez Bobadilla ofició una misa en la parroquia de la Inmaculada Concepción, donde señaló: “En la solemnidad de todos los santos celebramos la vida y el legado de aquellos que han sido ejemplos vivos de santidad. ¡Qué sus vidas inspiren la nuestra!”.

En Homún, desde a temprana hora, habitantes solos o acompañados por sus hijos se congregaron en el panteón. Leopoldo Pool, quien llevaba una veladora al nicho de su papá, luchando para que no se apagara por el aire fresco que soplaba por el frente frío, señaló: “Estas fechas son ideales para recordarlos”.

Don Juan Pisté, acompañado de su esposa e hijas, depositó en el nicho de su suegra y su mamá flores y veladoras, lo mismo hizo Jacinto León, quien vino desde una población vecina a traer, flores y veladora en la tumba de sus abuelos paternos y tíos.

Por la tarde se incrementó la afluencia de los deudos que visitaron las tumba u osarios donde descansan sus familiares ya fallecidos.

Hoy se oficiará una misa a las 18:00 horas, cerca del cementerio, frente a la Escuela Secundaria Tecnológica No. 45, y al concluir los presentes llevarán una veladora encendida hasta el cementerio y tumba del ser querido.

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NM