Enero cerró con 25 suicidios, la cifra más alta registrada en la presente década durante el primer mes del año, además de “quedar marcado” por los de dos adolescentes, de 16 y 17 años de edad.
Especialistas consideran como alarmante la situación y piden una revisión de los programas para detección oportuna y de prevención, en especial para los menores de edad y jóvenes.
De acuerdo a datos recabados en la Fiscalía General del Estado, en enero de 2020 y 2021 se contabilizaron 16 suicidios, por lo que los 25 de enero del 2023 representan un incremento del 56.25 por ciento. Además, se registró el suicidio de dos adolescentes, el 25 por ciento del total de jóvenes que fue de ocho.
El primer caso de este año fue el lunes 16, cuando una muchacha de 16 años de edad se ahorcó en su casa, en el fraccionamiento Flamboyanes, en Progreso, al parecer por una decepción amorosa.
El segundo caso ocurrió sábado 21, cuando un varón de 17 años fue encontrado colgado por su madre, en su predio ubicado en la calle 33 entre 26 y 28 de la colonia San Rafael, en Tekit, al parecer por problemas familiares y su adicción a las drogas.
El suicidio de jóvenes ha llamado la atención de especialistas y más tomando en cuenta que en tan solo los últimos 37 meses, 31 menores se han quitado la vida, en 10 municipios, de los cuales el más joven era prácticamente un niño de tan sólo 10 años de edad. 10 casos se dieron en 2020, siete, en 2021, y 12 en 2022 y dos en este primer mes de 2023.
De acuerdo con el presidente del Colegio de Psicólogos del Estado de Yucatán, Jorge Valladares Sánchez, el suicidio entre los adolescentes es un problema complejo y multifactorial, por los cambios que enfrentan en esta etapa de la vida, de ahí la importancia de dedicarles una mayor atención y tiempo.
Enlistó tres condiciones que empujan a un suicida: el sentido de la vida, el ámbito psicológico vinculado con la cuestión de la personalidad o enfermedad mental, y el soporte social para reaccionar, por lo que al fallar alguna de ellas, cualquier factor es detonante. También influyen depresión, la situación socioeconómica y cultural, etc.
Por ende, destacó la necesidad de que las familias yucatecas mantengan la armonía y fomente la cultura de la buena convivencia a través de la divulgación de valores.
El especialista reconoció que el divorcio de los padres es un grave problema, ya que repercute notablemente en los menores de edad, asimismo, cuando son abandonados, o hay alguna disfunción familiar.
En la entidad, el suicidio es un problema cultural y que frecuentemente se da; por ello, recomendó a los padres de familia a dar valores de vida y moral a sus hijos, ya que ello les permitirá tomar las mejores decisiones para sobrellevar cualquier problema.
Incluso, manifestó que deben de estar pendientes ante cualquier síntoma o señal de alarma de crisis de valores que tengan en su conducta, y lo ideal es que lo lleven a un especialista, para el mejor control de su actitud.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información
CC