Con caras largas y mirada baja, los ciudadanos siguen acudiendo a pagar el impuesto predial, que la mayoría ha visto incrementarse: “Creció hasta tres veces, el año pasado pague 800 pesos y hoy son dos mil 400”, aseguró una vecina.
M. C. -pidió que se le citara así-, una señora de la tercera edad, calificó como abuso la forma indiscriminada en que el Ayuntamiento de Mérida aumentó este impuesto cuyo monto este año se lleva la mitad de su pensión, por un predio que con valor catastral igual al del año pasado de un millón 40 mil pesos.
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Este es la fuerte suma que el Ayuntamiento de Mérida le cobró a abuelita por su predial
“No puede ser, no es justo, no respetan”, exclamaba la mujer, mientras contaba relataba los problemas que le ha traído este cargo; visiblemente molesta, pero resignada, cuestionaba cómo era posible que un peritaje oficial considerara que el predio no elevó su valor durante dos años pero que el impuesto sí.
Otro ciudadano, P. Salvador, dijo: “Ya qué, se tiene que pagar aunque no estés de acuerdo, de lo contrario te lo cobran después y con recargos”. Con un marcado dejo de decepción, otro de los entrevistados que no quiso dar a conocer su nombre, contador de profesión, atribuye la culpa del aumento a la gentrificación que está viviendo la capital yucateca con la llegada para residir de tanto extranjero.
“El Ayuntamiento se ha valido de esta situación para sacar provecho, dado que los extranjeros renuevan las casas que adquieren, mejoran sus fachadas y realizan gestiones con las autoridades municipales, la plusvalía se ha elevado y no corresponde a la realidad de otros vecinos que tienen muchos años habitando la zona y por esta situación se ven obligados a abandonarla”, expresó.
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CC