Entre contrastes, Hunucmá, donde se encuentra la comisaría de Sisal, se enfrenta a dos realidades: por un lado, la mayor cantidad de sus 36 mil habitantes nativos presenta condiciones de pobreza, en algunos casos extrema y, por el otro, los nuevos propietarios de lotes en la playa, quienes han pagado millonarias cantidades para adquirir porciones de lo que hace 13 años era un Área Natural, protegida incluso por leyes internacionales.
Si continúa la permisividad de las autoridades federales y estatales, así como la falta de regulación en el desarrollo de proyectos inmobiliarios en la costa yucateca, en breve los hermanos Víctor y Daniel Campos Agüero podrían concretar su desarrollo Paraíso Sisal que, entre otros, planea levantar al menos tres torres de departamentos, con valor unitario superior a los cuatro millones cada uno, así como viviendas de lujo construidas en terrenos cuyo metro lineal es de 500 mil pesos y hasta una marina para yates. Eso sí, toda esa “exclusividad” estará rodeada del cinturón de miseria en la que viven más de 23 mil nativos de Hunucmá.
Como ha documentado POR ESTO!, en el municipio de Hunucmá se construye el desarrollo habitacional Paraíso Sisal en la franja costera que conecta al Pueblo Mágico con Punta Piedra, terrenos que fueron parte de la Reserva Ecológica El Palmar.
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En la zona de Sisal se han comercializado más de 200 lotes de los 461 que Hernán José Cárdenas López, entonces delegado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), autorizó con las Manifestaciones de Impacto Ambiental al negocio de bienes raíces de los hermanos Víctor y Daniel Campos Agüero y Fernando e Isabel Barbachano Herrero.
La realidad
Junto a ese paraíso de playas vírgenes y hogar de animales en peligro de extinción, los contrastes son notables.
En Hunucmá, cabecera del municipio donde se encuentra Sisal, habitan 35 mil 552 personas, de las cuales 23 mil 120 son pobres, es decir, 65.3 por ciento de los residentes. Para esbozar la magnitud de carencias, la Secretaría de Bienestar federal, en su más reciente informe de enero del 2023, detalla que 17 mil 830 habitantes están en situación de pobreza moderada (50.4 por ciento), mientras que 5 mil 290 personas están en pobreza extrema (14.9 por ciento).
El informe alerta que hay 2 mil 780 residentes de Hunucmá que son vulnerables por ingresos (7.9 por ciento), en tanto que 3 mil 60 más no son pobres ni vulnerables (8.6 por ciento).
Las estadísticas demográficas contrastan con el perfil de vecinos a los que se pretende atraer y vender las propiedades inmobiliarias de Paraíso Sisal y Punta Piedra, cuyos lotes tienen precios de alrededor de 550 mil pesos el metro lineal de costa.
Los nuevos desarrollos inmobiliarios buscan “alejarse” de la pobreza. De este modo, se perfilan para ser asentamientos privados, colindantes con el puerto de abrigo de Sisal (al Poniente), por las playas vírgenes (al Norte) y por la reserva ecológica El Palmar (al Sur), de la cual fue extraído el terreno y repartido en lotes en venta al ser aprobado en 2018 el proyecto 31YU2017UD085 por el entonces representante en el Estado de la Semarnat, Hernán José Cárdenas López.
Esta aprobación contradijo a una primera negativa de la propia dependencia al Manifiesto de Impacto Ambiental que los mismos propietarios de Paraíso Sisal presentaron en 2006, cuando argumentaron que los terrenos se encontraban en una zona de alto impacto, que ponía en riesgo la flora y fauna endémica y en peligro de extinción de la región.
En una posterior aprobación, Cárdenas López alegó que se basó en el Decreto estatal 293 que firmó en 2010 la entonces gobernadora Ivonne Ortega Pacheco, junto con los secretarios General de Gobierno, Víctor Manuel Sánchez Álvarez, y de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente, Eduardo Adolfo Batllori Sampedro, donde dejaba “fuera” de la reserva estatal al desarrollo habitacional.
En los últimos 12 años, los hermanos Campos Agüero y Barbachano Herrero han presentado proyectos a la Semarnat para la construcción en Paraíso Sisal no solo de casas veraniegas, sino también de una villa con nueve cabañas y tres torres departamentales, estas últimas aún no autorizadas, pero que ya se ofertan a un precio superior a los cuatro millones de pesos cada departamento, lo que contrasta con los indicadores de carencia social en Hunucmá.
Y la liberación de permisos no ha detenido. Apenas ayer informamos que más propietarios de terrenos siguen levantando sus casas de playa con visto bueno de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales en Yucatán, ahora al mando de Jaynet González Alvarado, quien a dos meses con 13 días de su designación como encargada de despacho (1 de febrero 2023), dio la autorización, aunque condicionada, al proyecto denominado “Vivienda Paraíso Sisal, con folio de proyecto 31YU2021TD212, que estuvo en evaluación desde octubre del 2021.
La funcionaria, en dos meses y trece días de ejercicio dio la firma correspondiente en el “Resolutivo en Materia Ambiental Oficio 726.4/UGA-0122000253” de la llamada “Vivienda Paraíso Sisal”, ubicada en el tablaje catastral 4995. Un trámite unificado de cambio de uso de suelo forestal, en su modalidad A y B, dice en detalle técnico el documento de 42 páginas.
Entre carencias
El paraíso que ofrece la inmobiliaria de los Campos Agüero no sólo está rodeado por la pobreza de los pobladores, sino también por la carencia social. En Hunucmá se estima que hay 8 mil 571 personas con rezago educativo (24.2 por ciento); 8 mil 845 residentes sin acceso a servicios de salud (25.3 por ciento); 19 mil 566 sin seguridad social (55.3 por ciento) y 9 mil 108 ciudadanos en inseguridad alimentaria (25.7 por ciento).
Mientras a pocos kilómetros se construyen costosos inmuebles, hay 5 mil 593 hunucmenses que carecen de vivienda de calidad (15.7 por ciento) y por tipo de componente hay: 237 personas que viven en casas con pisos de tierra (0.7 por ciento); 254 en moradas con techos de material endeble (0.7 por ciento); 240 con inmuebles construidos con muros frágiles (0.7 por ciento).
Incluso 8 mil 088 yucatecos de esta demarcación viven en condición de hacinamiento (22.7 por ciento), o sea que más de dos personas duermen o comparten una misma habitación en el domicilio.
No hay que soslayar que, además, en Hunucmá hay 18 mil 106 personas que no cuentan con servicios básicos en la vivienda, tales como agua potable, drenaje, alcantarillado y saneamiento, así como vivienda electrificada, lo cual representa al 51.2 por ciento de la población del municipio, es decir poco más de la mitad.
Por tipo de servicio básico, en el domicilio, hay 9 mil 971 personas sin agua potable en sus casas (28.0 por ciento); 6 mil 836 sin drenaje (19.2 por ciento); 105 sin electricidad (0.3 por ciento); y en los casos donde usan leña o carbón para cocinar, hay 15 mil 717 ciudadanos sin chimenea (44.2 por ciento).
Riqueza natural
En Sisal, hasta 2020 habitaban dos mil 78 personas; apenas había 603 viviendas ocupadas. Su mayor riqueza es el área que abarca la Reserva El Palmar, que incluye una franja costera y brinda refugio a numerosas especies de flora y fauna bajo alguna categoría de protección, y es de vital importancia para la anidación de tortugas marinas (Carey y Blanca) y de alimentación y reproducción del flamenco rosado (Phoenicopterus ruber ruber), además de contribuir al resguardo de múltiples aves residentes y migratorias de interés cinegético como las cercetas alas azules (Anas discors), pato golondrino (Anas acuta), pato poolnuxi (Anas americana) y gallareta (Fullica americana).
Justo en esa zona, inmobiliarias como la de los Campos Agüero han encontrado la permisividad de autoridades federales como la delegación estatal de Semarnat y de pasados Gobiernos estatales, así como la falta de un plan de desarrollo de la costa yucateca, para construir un paraíso al que se accede pagando millonarias construcciones que contrastan con la pobreza y carencias de los nativos del municipio.
Continuará...
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CC