Miles de mujeres salieron la noche de este miércoles 8 de marzo a manifestarse a las calles de Mérida, sin embargo la manifestación escaló en cuanto a daños y destrozos en edificios históricos del Centro Histórico.
Pues con el puño en alto, y cánticos que demostraban hartazgo contra las políticas públicas, las manifestantes protestaron por el rechazo a la violencia, a las desapariciones forzadas, a las mujeres abusadas, violadas y asesinadas, quienes exigían al alcalde de Mérida Renan Barrera mayor seguridad y menos desigualdad.
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A las 19:00 horas los dos grupos marcharon rumbo palacio de gobierno, tomando las calles de las 58, 60 y 62 del centro, en donde grafittiaron paredes y ventanas de varios establecimientos con lemas como ¡Fuera Kekén! (por mujeres del poblado de Sitilpech), “No Somos Machas, Somos Muchas” y Muerte al Feminicida”, para posteriormente dirigirse al centro histórico y realizar el manifiesto “8M Madres Víctimas de Feminicidio”, en donde dieron voz a aquellas que han perdido una hija a manos de sus agresores, guardando un minuto de silencio en muestra de respeto.
Al llegar al centro histórico, las protestantes, lograron derribar la reja protectora del palacio de gobierno, pintando paredes y el suelo del lugar, por lo que los agentes policíacos tuvieron que retroceder para evitar la furia de las mujeres, quienes además de quemar manifiestos y pancartas haciendo una ola de humo, agitaban los puños furiosas esperando ser escuchadas, mientras que en simultaneo la fachada de la catedral San Ildefonso se convirtió en un lienzo en blanco donde plasmaron sus inconformidades e incluso la intolerancia de la iglesia en contra del aborto, por lo que exigieron respeto por parte de los religiosos.
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