Un percance de alto riesgo se originó ayer en el muelle número cuatro del Puerto de Altura cuando se produjo un hundimiento en un área donde se llevaban a cabo las maniobras de descarga de rieles para los tramos del proyecto federal del Tren Maya.
Todo parece indicar que el muelle no soportó el peso de la carga y terminó por hundirse, causando fuerte impresión entre los presentes, que ya habían anticipado que las condiciones de esta estructura están teniendo repercusión por el salitre y el paso de los años.
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Luego de generarse el socavón, se procedió a sacar el vehículo de altas magnitudes del lugar, aunque para ello se necesitó de la ayuda de decenas de colaboradores de distintas áreas. Aparte de que se colocaron medidas a fin de que no haya más percances en el sitio.
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El accidente ocasionó que se detengan algunas de las maniobras programadas en el citado muelle, sobre todo, las que se dedican a la carga general o descarga de todo tipo de insumos. Las actividades que más tuvieron repercusión fueron las dedicadas a la piedra tipo balasto, aunque el material pétreo que se usa para la conformación de las vías ya cuenta con otro espacio para su descarga.
Cabe mencionar que el asunto se había mantenido en el hermetismo; sin embargo, la información fluyó a cuenta gotas a medida que se filtraron fotografías del incidente, aparte de que trascendió que hubo molestia por parte de decenas de trabajadores que aseguran que pudo haber originado un accidente mayor.
Parte de lo vulnerable que se encuentra el muelle fiscal se evidenció durante el 4 de diciembre pasado que se realizó el “Atardecer sobre el mar”, donde los asistentes se dieron cuenta de varias grietas que acompañan este tramo, aparte de que había personal que evitaba que el público se acerque a varias áreas consideradas de peligro.
Los accidentes con las unidades que transportan material ferroviario no son extraños en lo que va del 2023, pues hace menos de una semana un tráiler, también con rieles, se quedó averiado unos metros antes de iniciar su recorrido por la carretera federal Mérida-Progreso.
El pasado 6 de febrero se volteó, antes de subir el puente de la comisaría de San Ignacio, un camión con placas federales 77-AF-24 y un remolque con la matrícula también de carácter federal 83-UJ-5H de la empresa Comercializadora Fedmac de México. Por fortuna no hubo lesionados, sin embargo, el transporte del balasto que llevaba la unidad debió esperar para llegar al Tramo 4 del proyecto federal, pues se necesitó de otro camión que pudiera llevarse las toneladas que se esparcieron en la vía asfáltica.
La historia de esta edificación, que es hasta ahora razón de estudio a nivel mundial, data del año 1846, fecha en la que se solicitó su construcción al Gobierno de la Nación, por medio de un memorial, la autorización para fundar un muelle utilizando los planos del arquitecto Olegario Cantón.
Durante los años veinte, con el fin de modernizar la zona, se pidió mediante oficio y recolección de firmas, la construcción del muelle nuevo o de material que debía sustituir al de madera, ante ello, apareció en escena el entonces presidente, el general Lázaro Cárdenas, para dar el sí e iniciar los cimientos del muelle de concreto, a cargo de la empresa danesa “Christian and Nielsen”, misma que concluyó labores a mediados de 1939, con una longitud inicial de sólo un par de kilómetros.
La poca profundidad de la plataforma continental del puerto obligó a la extensión del muelle hasta alcanzar los 6.5 kilómetros entre 1985 y 1989, lo que permitía que barcos de mayor calado pudieran utilizarlo para distintas actividades, incluso pesqueras.
Durante febrero del 2014, debido al constante incremento en la carga que ahí se realizaba, por lo que en 2014, se construyó un viaducto paralelo de servicio, de 2.5 kilómetros, para mejorar las labores que ahí se realizan. La obra fue inaugurada el ocho de mayo de aquel año por el entonces presidente de la República, Enrique Peña Nieto y el Gobernador de aquella época, Rolando Zapata Bello.
Trascendió que la inversión fue de 738 millones de pesos y se efectuó en un par de etapas para que tenga una mayor longitud y ancho de 14 metros que se dividió en dos carriles. Los trabajos se hicieron sobre una estructura a base de pilotes de concreto reforzado con arcos de claro máximo de 24 metros, diseñada para resistir el traslado de cargas de todo tipo.
El último anuncio que se hizo fue en el segundo semestre del año 2021, cuando se informó que en el mes de julio se firmó el convenio para llevar a cabo la ampliación del Puerto de Altura. La novedad fue que ahí mismo se colocará Astillero de Fincantieri, empresa que otorgaría al Estado una inversión de 3 mil 500 millones de pesos, de los cuales se derrocharon 150 millones en la primera etapa, según informes pasados de carácter público.
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CC