Con lágrimas en los ojos, no de tristeza, sino de felicidad, llegó al aeropuerto de Mérida, Silvia María Cab Dzul, porque, después de 21 años, por fin volverá a encontrarse con su hijo Wilfrido Antonio Farfán Cab, quien tenía 17 años cuando se fue a vivir a Los Ángeles, California, donde se casó y ahora tiene dos hijos, de 6 y 11 años.
“Me voy contenta porque voy a conocer a mis nietos y a mi hijo, al que pensé que nunca volvería a ver. Hoy me voy con la ilusión de abrazarlo y agradezco a las autoridades la oportunidad de volverlo a ver”, comentó.
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Por su parte, María Candelaria Losa y su esposo, José Magdaleno Castro Rodríguez, dijo que va a visitar a su hijo Luis Magdaleno Castro Losa, al que no ve desde hace 17 años, quien emigró a Estados Unidos apenas cumplió los 16 años de edad, “me siento tranquila y feliz de volverlo a ver”.
“Me siento tranquila porque sé que sigue soltero y que tiene trabajo y le va muy bien, por eso agradezco que me hayan dado la oportunidad de conocer el lugar donde está viviendo, así como a mis otros cinco hijos que aún viven conmigo y que jamás les dio por irse a vivir a otro país, como a Luis, que es el más pequeño y desde niño demostró que tenía espíritu aventurero”.
Las entrevistadas forman parte de un grupo de 12 personas, todas originarias de Muna, que viajaron ayer a Los Ángeles, California, para reencontrarse con sus hijos a los que no ven desde hace más de tres lustros, como resultado del programa Cabecitas Blancas, que promueve el Instituto para el Desarrollo de la Cultura Maya del Estado de Yucatán (Indemaya).
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AA