Los estudiantes yucatecos de nivel básico sí utilizarán los Libros de Texto Gratuitos, informó la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado de Yucatán (Segey), que formó un frente común para garantizar una enseñanza de calidad en el ciclo escolar 2023-2024, que comenzó ayer.
El anuncio se realizó días después de las mesas de análisis en las que participaron representantes de la Segey, de la Secretaría Técnica de Planeación (Seplan), de los Comités de Participación Social en la educación, colegios de profesionistas en el área, docentes sindicatos magisteriales y padres de familia.
En la rueda de prensa, hubo un mensaje conjunto, con representantes de los sindicatos magisteriales, la presencia de Wilberth Domínguez Uribe, coautor de los libros federales, y el respaldo de la Consejería Jurídica del Gobierno del Estado: coincidieron en que retrasar la entrega de los textos atentará contra la preparación de los niños y jóvenes, que todavía están en recuperación de un rezago educativo, causado por la pandemia.
Liborio Vidal Aguilar, titular de la Segey, reiteró que los libros “son un derecho constitucional” de los estudiantes. “Es importante clarificar que su elaboración y actualización son responsabilidad exclusiva de la Secretaría de Educación Pública, a través de la Comisión Nacional de Libro de Textos Gratuitos y nuestra obligación como Segey es la distribución y utilización de los materiales”, explicó.
“Por lo tanto la distribución de los libros para el curso escolar 2023-2024, en los centros educativos de Yucatán, ya está en marcha”.
Yusif Heredia, consejero jurídico del Gobierno estatal, respaldó la decisión al asegurar que “hasta ahora, no hay ningún mandato judicial que impida la repartición de los libros de texto gratuito” por lo que “en el marco de la legalidad”, se efectuará su distribución.
Como POR ESTO! publicó, la Segey notificó a principios del mes que ya había recibido los textos y que se encontraban en custodia. Dijo que someterían a revisión los materiales y, la semana pasada se instalaron seis mesas de trabajo para su análisis. Domínguez Uribe recordó que este ejercicio se dividió en fases: En la 1, educación inicial; en la 2, educación preescolar; en la 3, primero y segundo de primaria; en la 4, tercero y cuarto de primaria; en la 5, quinto y sexto de primaria; y en la fase 6, la educación secundaria.
Cada mesa de trabajo estuvo integrada por representantes de padres de familia de Mérida (2), de escuelas públicas (1), de escuelas privadas (1) y padres de familia del interior del Estado (2), pertenecientes a escuelas públicas y privadas.
El funcionario aceptó que se detectaron algunos errores y áreas de oportunidad en los materiales, pero enfatizó que “consideramos que es indispensable que los estudiantes cuenten con sus libros”.
“De no hacerlo estaríamos dañando a más de 432 mil alumnos de educación básico que apenas se están recuperando de los años perdidos y rezago a causa de la pandemia”, expuso.
Emmanuel González, secretario general de la Sección 33 del SNTE, secundó la necesidad de que los niños tengan sus libros y señaló que “al menos en nuestra sección no ha habido ninguna inconformidad” de los docentes con los materiales de la Nueva Escuela Mexicana.
Horas después, la Unión Nacional de Padres de familia (UNPF), volvió a insistir en su postura de que el Gobierno del Estado.
Gerardo Pineda Martínez, presidente del organismo, volvió a citar una resolución del Juzgado Tercero de Distrito en Materia Administrativa, con sede en Ciudad de México, que otorgó una suspensión para que las autoridades educativas federales detuvieran la edición, impresión y entrega de los libros, hasta que se observará los procedimientos legales para la determinación de los programas y planes de estudio. Sin embargo, como hemos informado, esta resolución solo afecta a la SEP, pero no a los Estados.
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LV