“Nunca en mi vida había sentido tanto miedo, pensé que me iban a agredir para quitarme mis cosas” externa doña María Isolina Rosado Noh de 64 años de edad, tras haber visto a un sujeto debajo de su hamaca sustraendo pertenencias de uno de sus bolsos.
El suceso, ocurrió durante sus horas de siesta dentro del domicilio de uno de sus hijos, en la calle 35 por 138 y 140 de la colonia “Nueva Yucalpetén”, al escuchar ruidos debajo de su hamaca, los cuales provenían de un muchachito al que le calcula unos 20 años de edad.
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“Regañe al joven porque pensé que era uno de mis nietos que intentaba jugarme una broma pero mayor fue mi sorpresa cuando me di cuenta que era un ladrón. Nunca había visto a este muchacho pero me dijeron que suele consumir estupefacientes para luego robar en varias casas” recordó la sexagenaria.
A su comentario, la entrevistada añade que procedió a alejarse de él joven, quien también se vio sorprendido ya que incluso comenzó a suplicar perdón, pero al notar que su víctima estaba en un estado de shock, procedió a tomar $75 pesos en efectivo y un bolso cuyo contenido era de un taladro, un par de botellas vacías e hilos para actividad en altamar.
María Isolina Rosado, recuerda también que a pesar de tener el miedo de ser agredida, al salir el “amante de lo ajeno” de su hogar, procedió a perseguirlo a través de la calle 35, solicitando la ayuda de sus vecinos, quienes acudieron a la vía pública para detener al sujeto.
Fue el hijo de un conocido panadero con vivienda en la dirección mencionada, quien logró arrebatarle el bolso con las pertenencias al ladrón y devolvérselo a su dueña, quien permanecía siendo atendida por varias allegadas del rumbo pues también padeció una crisis nerviosa.
En medio del forcejeo, el héroe que pidió mantener su nombre anónimo también externó que estaba a punto de retener al delincuente, pero al notar que este se llevaba las manos a un costado de su pantalón simulando sacar un arma, optó por dejarlo ir, yéndose este a paso veloz.
Se tuvo la presencia de agentes policiacos para llevar a cabo las indagatorias correspondientes, aunque una situación curiosa ocurrió al irse la autoridad, ya que se llevaron la bolsa con el taladro y los hilos para realizar captura de especies marinas.
“Fue un susto enorme. Es algo que no quisiera volver a pasar en mi vida. Lo único con lo que si estoy confusa es que no me han devuelto mis cosas por los agentes que me las pidieron, por lo que espero que regresen pronto” finalizó la sexagenaria.
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