Su hermoso plumaje, sus simpáticos sonidos, carisma y acoplamiento con el ser humano ha sido su mayor riesgo, poniendo a muchas especies de loros en peligro de extinción. El ser humano es su mayor depredador, señaló José Pier Medina Ancona, director del proyecto Santa María.
Dijo que anualmente, en temporada de apareamiento, la gente de las comunidades saca a las aves de sus nidos y las comercializa en las ciudades, extirpan a las poblaciones de alguna zona natural, la tendencia es a la extinción.
Aseguró que en los últimos años ningún decomiso ha sido a través de una investigación, seguimiento o por una estrategia para combatir este ilícito, todo ha sido de manera fortuita, nada con una estrategia.
Noticia destacada
Incrementa el número de animales atropellados en las carreteras de Yucatán: Especialista
En este lugar, ubicado en el municipio de Hunucmá, hay 22 especies de aves psitaciformes, recordó que todas están en una categoría de riesgo en la Norma 059 de la Semarnat, lo que quiere decir que tienden a la extinción, en mayor o menor grado.
Lamentó que históricamente a la gente le gusta tener a estas aves como mascotas, el hombre es su principal depredador, además de la pérdida de su hábitat y de otros factores.
“El mayor daño que se le hace a estas aves es la pérdida de ejemplares silvestres para el mercado de mascotas”, subrayó.
Recordó que en algún momento hubo estadística que señalaba que anualmente se pierden cerca de 75 mil aves, pues ocho de cada 10 ejemplares mueren cuando se les saca de su nido, cuando son polluelos y en el transcurso hasta llegar al consumidor final por el manejo. “Y los dos siguientes años es muy probable que mueran por problemas de nutrición”.
Aves rescatadas
Medina Ancona indicó que en esta unidad hay casos de aves que fueron rescatadas muy maltratadas, de no haber sido así hubieran muerto por mal manejo. El lugar hay poco más de 100 pájaros.
Informó que la mayoría ha llegado por decomiso de la autoridad; sin embargo, reconoció que la mayor parte de estos operativos de aves en México ocurren de manera fortuita. “No existe una estrategia para el control del tráfico de fauna, ni para combatir de manera inteligente este delito, que está desbordado”, concluyó.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información
NM