A pesar de que hace una semana concluyó el último lapso vacacional y con ello, las acciones por parte de la “operación salvavidas”, entre este sábado y domingo, fueron constantes las llamadas de auxilio para las bases policiacas y socorristas del municipio de Progreso. Entre lo más trascendente, estuvo el hallazgo de un cadáver y un pleito al final del malecón tradicional.
Varios turistas que realizaban sus respectivas caminatas en el malecón internacional de Progreso, se llevaron una desagradable sorpresa cuando avisaron a rectitud de la calle 88, el cuerpo sin signos vitales de un conocido indigente, mismo que solía transitar en silla de ruedas todo el primer cuadro de la zona Centro de esta ciudad y puerto.
En un principio, se pensó que se trataba de un hombre en estado etílico, por lo que fue un visitante oriundo de la ciudad de Mérida quien se dio cuenta de que el cuerpo no respiraba. El semblante del occiso, se veía en mal estado, por lo que se deduce que abandonó el mundo terrenal durante la mañana del sábado tras algún mal relacionado con la salud.
Fueron los mismos visitantes quienes externaron lo ocurrido a un par de agentes de la dirección de seguridad pública y tránsito municipal que se encontraban teniendo vigilancia en el sitio. Enseguida, los uniformados procedieron a llamar refuerzos para colocar medidas de seguridad en toda la zona de tragedia.
El movimiento de patrullas y agentes municipales, colocando la respectiva cinta amarilla, llamó la atención de otros bañistas que, sin pensarlo, se acercaron hasta el punto de operación para ser testigos del suceso. Se tuvo también la presencia de socorristas, pero los esfuerzos fueron en vano, pues el hombre tenía varios minutos sin vida.
Trascendió que el cuerpo del fallecido no mostraba signos de maltrato, por lo que todo indicaba que la causa del deceso fue un infarto fulminante. El cuerpo estaba boca abajo y la silla de ruedas en la que se movilizaba el masculino dentro de las calles del primer cuadro de este municipio.
“Todos pensamos que era una persona durmiendo y por ello nos acercamos, pues con el calor podría padecer una deshidratación. Cuando nos disponíamos a llevarle agua al hombre, ya estaba la policía acordonando el área. Fue de terror el suceso”, dijo Olivia Catzín, visitante de la colonia “Miraflores” del oriente de la ciudad de Mérida.
El cadáver fue levantado un par de horas después por vía del Servicio Médico Forense. Mientras tanto, persistirá el trabajo de la policía estatal de investigación para poder encontrar cuáles fueron las causas del deceso. También se ameritó averiguar si el finado tenía familiares o allegados en el estado.
Horas después de este fatídico hallazgo, trascendió que el hombre fue identificado como Rolando B.C., de aproximadamente cuarenta años de edad. En efecto, era ampliamente conocido entre la comunidad porteña por su estancia desde primeras horas del día, dentro del centro de la ciudad, donde comúnmente recibía el apoyo de varios transeúntes.
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JG