Vecinos de Izamal abordaron la noche del sábado 14 de septiembre al gobernador electo, Joaquín Díaz Mena, para manifestarle su inconformidad con la investigación de la muerte de Verónica C. T., pues señalaron que en el expediente no se tomó en cuenta que el cadáver tenía huellas de golpes y lesiones.
Los inconformes le pidieron a Díaz Mena su intervención para que se realice otra autopsia, en busca de las evidencias que ellos señalan, a fin de que se integren al expediente y sea abra una investigación sobre un posible feminicidio; incluso se dijeron dispuestos a pagar el procedimiento legal para que, con base en él, se proceda por la vía judicial contra el o los responsables.
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El futuro Mandatario escuchó con atención al grupo y su exposición de las presuntas irregularidades que enturbian la investigación, les manifestó su solidaridad y se comprometió a revisar los hechos que los izamaleños señalaban.
Los familiares y amigos han denunciado a través de redes sociales irregularidades en el expediente judicial, puesto que hay sospechas de que el médico Raul G., un forense local, esposo de la víctima, está involucrado en la muerte de Verónica. Aseguran que fue detenido y después liberado.
Dicen que en la investigación de la muerte no consideró los antecedentes de violencia física que tenía el médico forense, quien ya había agredido a su primera esposa. También se le atribuyen conflictos frecuentes con vecinos de Izamal.
Aseguran que Verónica, actual pareja de Raúl, entró caminando al consultorio del médico y que no volvió a salir sino muerta. También mencionan que la secretaria del forense no ha dado la cara y que es la única testigo de lo que ocurrió.