Asaltan a mano armada la tienda “Oxxo” ubicado a la entrada del fraccionamiento Itzincab.
Los primeros datos obtenidos en él lugar de los hechos arrojaban que dos sujetos armados entraron a la tienda de autoservicio y amagaron a los empleados para luego llevarse el dinero en efectivo, por lo que se realizó un operativo conjunto entre la Policía Municipal de Umán y la Policía Estatal.
Ya luego, extraoficialmente se dio a conocer que fue un asaltante solitario que entró con arma blanca escondida entre sus ropas y que al llegar junto a la persona que cobra la amagó y se llevó el dinero de la caja registradora, entre 1,500 y 2,000 pesos, ya que los “Oxxo” tienen un sistema que después de determinada cantidad en efectivo que ingresa a la caja, esta manda un aviso al empleado y no permite realizar ninguna operación hasta que el dinero sea retirado y puesto en una caja fuerte, de la cual no tienen la combinación los trabajadores; lo anterior con la idea de que cuando asalten la tienda nunca se lleven grandes cantidades de dinero.
Cuando el solitario sujeto entró a robar había dentro tres clientes que ni cuenta se dieron del asalto. Los empleados dieron aviso a sus jefes y llamaron al 911, por lo que al lugar llegaron las unidades policíacas.
De acuerdo con datos extraoficiales el sujeto fue identificado con una foto tomada del vídeo de las cámaras de seguridad de la tienda y fue reconocido como Carlos Collí Barrancos, presunto asaltante de la tienda de autoservicio y conocido sujeto de la zona, por lo que las autoridades no tardarán en detenerlo.
Los empleados, después del robo cerraron la tienda pasando entre las agarraderas de la puerta una escoba para evitar que nos clientes entre a comprar mientras realizan un arqueo de la caja, para saber el monto de lo robado; luego abrieron de nuevo las puertas para seguir dando servicio como si nada hubiera pasado.
Cabe aclarar que este “Oxxo”, ubicado sobre la vía Mérida-Umán con calle 46 del fraccionamiento Itzincab, fue asaltado hace tres meses, por lo que parece que ya se les volvió una costumbre para los delincuentes.
(Luis Tamayo Mendicuti)