Mal comenzó su día el joven José, ya que al salir el viernes por la noche de su trabajo se fue de “fiesta” con sus cuates, pero al retirarse ayer, a bordo de su camioneta Tornado de color blanco, placas YP-30-641, se quedó sin gasolina sobre la calle 60 por 71 del Centro de la ciudad y, como no cargaba efectivo para llenar de combustible el bidón que tenía, fue a un cajero a sacar dinero, pero ahí olvidó su celular.
Luego fue a la gasolinera, llenó su bidón y regresó a su camioneta, que recién habían pintado y le costó 4 mil pesos el trabajo; entonces echó la gasolina al tanque y luego le puso un poco al carburador, se subió al vehículo y al ponerlo en marcha se generó un cortocircuito y empezó a incendiarse el motor.
Lo anterior sucedió alrededor de las 5 de la mañana de ayer, el joven salió corriendo de la camioneta, a pesar de tener unas copas encima, y de inmediato pidió un botellón de agua en una tienda cercana, cuyo encargado presenció lo ocurrido, pero simplemente le negó ayuda al joven.
Alguien llamó a los bomberos y en menos de cinco minutos los “tragahumo” ya estaban ahí controlando el fuego, pero no pudieron abrir el capirote de la camioneta, por lo que se ignora que tan dañado resultó el motor.
José le habló a su mamá para contarle lo ocurrido y lo primero que le preguntó la señora era si estaba tomado, pero él lo negó.
El joven le indicó a la señora que la camioneta había quedado como pérdida total y que mejor se hubiera ido en moto, aseguró que la Tornado estaba fallando y finalmente le dijo a su mamá que estaba esperando la grúa y que la vería al rato en la casa para hablar sobre lo ocurrido, pues el teléfono que usaba el muchacho era prestado, ya que el suyo lo olvidó en el cajero.
(Luis Tamayo Mendicuti)
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