Trabajadores del Instituto de Infraestructura Carretera de Yucatán hallaron una osamenta a un costado del arroyo interior del Anillo Periférico.
Ayer martes por la mañana una cuadrilla de trabajadores del Incay acudieron al kilómetro 10+300 para realizar labores de chapeo y mediciones para la construcción de la lateral o el carril de desaceleración de la vía rápida, pero cuando el señor José Alvino Sánchez Burgos se alistaba para iniciar sus labores descubrió un cráneo entre la hierva y al revisar el área halló los huesos de las piernas y un número considerable de huesos más pequeños dentro de una bolsa de tela.
Una vez repuesto de la impresión dio aviso al supervisor, quien marcó el número de emergencia 911 e informó del hallazgo, poco después arribaron al lugar varios agentes de la Secretaría de Seguridad Pública, en el sitio se encontraban los carro-patrullas 6065 y 6037, asignados a la vigilancia del Periférico.
Los patrulleros acordonaron el área con una cinta amarilla y solicitaron la presencia de las autoridades competentes, cabe señalar que en el sitio también se encontraban los comandantes Jesús Novelo Chan, jefe de peritos de tránsito, y José Ignacio Avilés Canul, responsable de la vigilancia del Periférico.
Posteriormente llegaron los agentes de la Comandancia de Homicidios de la Policía Estatal de Investigación, les siguieron los peritos de Criminalística y Servicios Periciales de la Fiscalía General el Estado, encabezados por el director del Instituto de Ciencias Forenses, Licenciado José Manuel Flores Acosta, y a continuación arribó el personal del Servicio Médico Forense.
Los peritos revisaron el área y recogieron los huesos, que fueron colocando sobre unas bolsas de papel, al parecer con la intención de formar el esqueleto para determinar si tenían todos los huesos o cuáles faltaban.
En el sitio se hablaba de varias posibilidades, podría tratarse de un indigente a quien nadie echó de menos o de una persona que fue golpeada por algún vehículo, salió despedida y cayó dentro del monte; sin embargo, el hecho de que algunos huesos estuvieran dentro de una bolsa de tela, como lo declaró el señor Sánchez Burgos, permite suponer que falleció o lo privaron de la vida en otro lugar y lo fueron a tirar a un lado del Periférico.
Otra situación que llama la atención es que a espaldas del sitio del hallazgo se encuentra el fraccionamiento Villa Magna del Sur y nadie percibió el fétido olor del cuerpo en descomposición.
En el lugar se escucharon comentarios de que por el estado en que se encontraba la osamenta tenía tiempo de estar a la intemperie; sin embargo, cuando los peritos removieron los restos se percibía levemente el hedor característico de un cuerpo en estado de descomposición.
Ahora corresponde a los médicos legistas y al personal del Servicio Médico Forense realizar los estudios correspondientes para determinar el sexo, la edad, la causa de la muerte, el tiempo de haber fallecido y quizás la identidad del extinto.
(Fernando Poó Hurtado)