Cuantiosos daños materiales, fue el resultado de una colisión múltiple registrada a la altura del kilómetro 38 del arroyo exterior del Anillo Periférico, en la que estuvieron involucrados cuatro vehículos, una camioneta Pick Up, un Nissan March, un Chevrolet Aveo y un Mazda 3; todos estaban asegurados, pero había versiones diferentes.
Resulta que la conductora de una camioneta Dodge Ram, roja, matrícula YN-5344-A, no guardó su distancia de seguridad y se estrelló contra la parte trasera de una camioneta Jeep, que tenía la llanta de refacción en la puerta trasera, la cual no presentó daños y el conductor se retiró con todo y vehículo.
Atrás de la camioneta Dodge circulaba un Nissan March, azul, placas YXD-819-C, cuyo conductor no frenó a tiempo y se estrelló contra la parte posterior de la Pick Up; por la fuerza del impacto al March se le abrieron las bolsas de aire y el chofer quedó aturdido.
Detrás del March se acercaba un Chevrolet Aveo, matrícula ZCD-512-A, cuyo conductor no logró detenerse a tiempo y se estrelló contra la parte trasera del March de color azul, que resultó dañado en el frente y la parte de atrás.
Finalmente un Mazda 3, color rojo cereza, placas YYB-648-B, cuyo conductor tampoco frenó a tiempo, se impactó contra la parte posterior del Aveo.
Al lugar llegaron varios carro-patrullas de la Secretaría de Seguridad Pública, cuyos tripulantes se encargaron de dirigir la vialidad y de reubicar a los vehículos involucrados en la colisión múltiple.
Posteriormente arribó el oficial Angel Cih Pool, perito de tránsito terrestre responsable del carro-patrulla 6002 de la SSP, así cmo los representantes de las compañías de seguros de los cuatro vehículos.
Aparentemente el problema de tránsito se resolvería sin dificultad, pero cuando el oficial Cih Pool entrevistó a la conductora de la camioneta Dodge, ésta manifestó que sintió dos impactos, sin embargo, el chofer del March aseguraba que se había detenido a tiempo, pero que el Aveo lo impactó en la parte posterior y lo proyectó contra la camioneta, los otro dos conductores aceptaban que habían chocado por alcance.
Cuando los conductores daban sus respectivas versiones se expresaban en términos que creaban confusión, uno decía que sintió dos impactos, otro sólo uno, pero que estaba aturdido.
Ante la magnitud de los daños, por el momento se dificultaba determinar qué vehículo se proyectó hacia delante por la fuerza de la colisión o únicamente por la inercia.
El oficial Cih Pool batalló para determinar cuántos eventos fueron y que los representantes de las compañías de seguros se responsabilizaran de los daños causados por sus respectivos clientes.
(Fernando Poó Hurtado)