No obstante la rapidez de respuesta de los bombeos, el fuego arrasó con un Nissan Tsuru que transitaba por la carretera Valladolid-Mérida, a la altura del kilómetro 10, aproximadamente.
El siniestro se registró poco antes del puente de San Pedro Nohpat, la persona que conducía el vehículo se retiró y dejó el auto a merced de las llamas.
Se trataba de un Tsuru con placas YWG-893-B; el primer respondiente fue el oficial Manuel Briceño González, responsable de la patrulla 1254 de la Policía Municipal de Kanasín, quien indicó que cuando llegó el vehículo se encontraba abandonado.
Poco después arribó el carro-bomba 861 de la Dirección de Siniestros y Rescate de la Secretaría de Seguridad Pública, acompañado por la camioneta de rescate 6197, al mando del paramédico Raúl Gamboa.
De inmediato los bomberos Antonio Moguel, Daniel Ku y Diego Couoh desenrollaron una manguera y sofocaron el fuego, pero la lumbre ya había arrasado con el automóvil, lo último en quemarse fueron los neumáticos.
Para ese momento, en el sitio ya se encontraban el carro-pipa 851 y la camioneta de mando 864 de la SSP, así como la patrulla 6477 de la Unidad Metropolitana de dicha corporación.
La carretera fue cerrada a la circulación para que los bomberos laboraran con seguridad y los vehículos oficiales pudieran maniobrar sin correr riesgos innecesarios.
Las primeras indagaciones apuntaron a que fue un cortocircuito lo que originó el fuego, que arrasó totalmente con el vehículo, mismo que fue declarado como pérdida total por las autoridades.
Elementos de la policía solicitaron la presencia del chófer de una grúa para retirar del lugar el automóvil siniestrado.
(Fernando Poó / Luis Tamayo)