Como “castigo ejemplar” para que su hija de apenas 8 años de edad aprenda a obedecerla, su propia madre le quemó los pies con una plancha por haber salido a jugar sin su permiso con otros niños de su edad.
Los hechos se registraron en un predio de la colonia Girasoles Santa Cruz de la ciudad de Valladolid, donde elementos de la Policía Municipal rescataron a cuatro menores hermanos, entre ellos J. D. E., a quien su madre torturaba por cualquier cosa, según dijeron vecinos que han sido testigos de la violencia familiar que ejerce la mujer sobre todos ellos.
Ahora los niños maltratados están desde hace una semana en el Caimede, recibiendo la atención adecuada, con excepción de uno de ellos, que no estaba cuando los rescató la policía, ya que su madre lo había llevado al médico por tener un cuadro de diarrea.
El padre de las víctimas de maltrato es de origen chiapaneco y como casi siempre está afuera, la madre descarga su ira y frustración sobre los menores, principalmente sobre la niña a la que le quemó los pies porque salió a jugar con unos amigos de su edad, frente a su casa.
Molesta, la señora le dijo que entrará a su casa y obligó a la hija mayor de 12 años de edad a que sujetara a la pequeña mientras la madre calentaba la plancha con la que luego le quemó los pies.
Los vecinos señalaron que los gritos de la niña cada vez que su madre la torturaba con la plancha retumbaban en sus cabezas, era algo insoportable escuchar el sufrimiento de la menor, mencionaron.
Cuando se dejaron de escuchar los gritos de J. D. E. fue porque la encerraron en un cuarto por orden de la mamá, y presuntamente con el consentimiento del padre, quien casi nunca está en la casa, pero que también maltrata a los cuatro hijos.
J. D. E., como pudo, logró huir de la casa y pidió ayuda a los vecinos, quienes constataron las heridas y dieron aviso a la Policía Municipal de Valladolid, es por eso que los uniformados llegaron a la casa, ubicada en la citada colonia, y se llevaron a la menor, quien fue trasladada al DIF Municipal para ser atendida de las lesiones en ambos pies.
Ahí, J. D. E. le contó a las autoridades municipales sobre la tortura que recibió de su propia madre y afirmó que sus hermanos también sufren de violencia por parte de sus padres, por eso se procedió al rescate de los otros hermanos menores de edad, pero sólo pudieron llevarse a cuatro, porque el más pequeño de los cinco hermanos estaba con su madre, porque ese día lo llevó al médico.
Los padre de los menores están siendo investigados por las autoridades por maltrato infantil y violencia intrafamiliar, sin embargo, el caso se ha manejado con mucha “delicadeza”.
(Luis Tamayo Mendicuti)