De manera anónima y por temor a represalias, una mujer denunció ante medios de comunicación la corrupción que se vive dentro del Centro de Readaptación Social (Cereso) en Ciudad del Carmen, y agregó que las autoridades no hacen algo para evitarlo.
La fémina, quién dijo que su hijo está recluido en esta cárcel acusado por el delito de robo, denunció anónimamente que su vástago ha sido víctima de violencia a manos de los custodios y de la directora del penal, en reiteradas ocasiones.
Señaló que los días miércoles se le permite ingresar al penal artículos para limpieza personal de los detenidos, así como comida para el resto de la semana.
Reveló que aparte de las restricciones que sufren, las despensas son abiertas por los mismos custodios antes de ingresar al interior del Cereso, y que en una libreta apuntan los objetos que ellos creen son de mayor valor, pero informan que solamente lo hacen para llevar un control del reclusorio. Sin embargo -dijo-, en realidad este “cateo” de lo que ingresa a la cárcel se hace para luego decomisar a los internos de los comestibles, y posteriormente se les revende a ellos mismos a precios exorbitantes.
Los reclusos al reclamar a la directora del penal que son sus artículos lo que les revenden, en respuesta son castigados, y mientras sufren la pena por denunciar el hecho, son golpeados por los custodios en reiteradas ocasiones y luego se les prohíbe recibir la visita de sus familiares durante varias semanas, para evitar que se den cuenta de los golpes y moretones que les dejan en el cuerpo.
Ante estas acciones, los reos en diferentes ocasiones se han congregado en el área de descanso y no hacen caso a los custodios, lo que llaman “meeting”, para tratar que las autoridades pongan los ojos en el penal y escuchen sus denuncias.
A pesar de las protestas y quejas, las mismas autoridades solapan a la directora del Cereso y a los custodios, ya que organizan redadas de la nada para ingresar al penal con elementos antimotines y golpear a los internos, a los que se les inventa que se tornaron agresivos ante la revisión y merecen ser golpeados para ser sometidos.
En el interior del penal se han vivido diferentes hechos violentos, como apuñalados y golpeados, cuyos traslados hacia algún centro médico resulta necesario a causa de las heridas, pero al momento que los familiares reclaman los hechos a la dirección del penal, ahí les dicen que solo buscó su desgracia, pues se trata de una persona peleonera.
Ante tales desmanes, los familiares de los reclusos han amenazado a la directora con denunciar todo estos hecho ante la Comisión de los Derechos Humanos de Ciudad del Carmen, pero en respuesta son reprimidos al decirles que si dan a conocer el caso, sus internos serán tratados como animales y se les prohibirán las visitas hasta que “se le pegue la gana a la directora”.
(Texto y fotos: Redacción / POR ESTO!)