El conductor de un vehículo foráneo falleció en la carretera Umán-Chocholá, aplastado por su propio auto, tras perder el control, salirse de la vía, recorrer varios metros entre la maleza y volcar.
El trágico accidente se registró ayer por la tarde-noche, alrededor de las 19 horas, a la altura del kilómetro 138 de la carretera Umán-Chocholá, cuando el guiador de un Ford Ikon, blanco, matrícula 377-SLY del Estado de México, transitaba de Sur a Norte con exceso de velocidad y al parecer bajo los influjos del alcohol.
En un momento dado, el guiador, debido a su estado inconveniente, perdió el control del volante, se proyectó a su derecha y se salió de la carretera, recorriendo unos 50 metros entre la maleza.
Finalmente el vehículo se estrelló contra un montículo de piedras, por lo que la unidad prácticamente se elevó y finalmente volcó en repetidas ocasiones, hasta que terminó sobre su costado derecho, tras caer a una hondonada, de aproximadamente tres metros de profundidad.
Desgraciadamente, el guiador del vehículo no traía puesto el cinturón de seguridad, por lo que salió despedido por la ventana de la portezuela y tras azotarse fuertemente contra el suelo, fue aplastado por su propio coche, falleciendo de forma instantánea.
Al sitio no tardaron en llegar las autoridades, quienes al ver la magnitud del accidente solicitaron la presencia de una ambulancia, pero los conductores sólo pudieron corroborar que el infortunado sujeto ya no contaba con signos vitales, por lo que el cuerpo fue cubierto con una sábana.
El área fue acordonada en lo que llegaba el personal de la Fiscalía y del Servicio Médico Forense para las diligencias de rigor y levantamiento del cuerpo del infortunado sujeto, que hasta el cierre de la edición permanecía en calidad de desconocido.
Cabe señalar que el interior del vehículo fueron encontradas varias latas de cerveza, por lo que se presume que el guiador estaba alcoholizado; elementos policíacos y de la Fiscalía, para rescatar el cuerpo tuvieron que mover entre todos y el vehículo volcado y alzarlo un poco, para posteriormente sacar el cadáver, ponerlo en una bolsa negra y abordarlo a la camioneta del Semefo.
El operador de una grúa se encargaría de rescatar el automóvil siniestrado.
(Luis Tamayo / Policía)