Un enorme charco que se formó con la lluvia que azotó la ciudad se volvió un peligro, ya que un cable de alta tensión de la Comisión Federal de Electricidad se reventó y cayó dentro de éste, lanzando chispas, por lo que el “lago” ubicado sobre la calle 65 por 88 y que abarca casi cuatro cuadras quedó electrificado.
Debido a lo anterior, vecinos de la zona temían salir y pisar el agua que los pudiera electrocutar e incluso matar con la descarga de energía eléctrica.
Al sitio llegaron unidades de la SSP, cuyos elementos cerraron cuatro calles a la redonda, que es lo que ocupaba el gran charco, que además dejó sin luz a varios semáforos sobre la avenida Itzaes, por lo que policías estuvieron dirigiendo el tráfico bajo la lluvia.
Al sitio llegaron varias camionetas de la CFE y los trabajadores de la paraestatal desconectaron las cuchillas para dejar sin energía el cable y el agua del charco, ya que representaba un peligro mientras realizaban las reparaciones pertinentes.
(Luis Tamayo Mendicuti)