Yucatán / Sucesos

Tras aseguramiento de madera preciosa, mandan muestras para analizar a la Ciudad de México / Denuncian complicidad de funcionarios aduaneros y portuarios / Además de madera, también trafican pepino y caballito de mar, y aleta de tiburón

Tras el aseguramiento de dos contenedores con maderas de presunta procedencia ilícita o en peligro de extinción, y las denuncias internas en contra del actual administrador de la Aduana de Progreso, Guillermo César Calderón León, este miércoles se enviaron las muestras de la madera asegurada a la Ciudad de México para su análisis

La intervención de la Secretaría de Marina y la Policía Federal fue derivada de una denuncia, cuya copia damos a conocer y tras la cual se procedió a una inspección en la Terminal de Contenedores de Yucatán, con los resultados antes expuestos.

En la denuncia interpuesta por un funcionario de la Aduana de Progreso y la cual fue enviada a los órganos centrales del SAT se expone que desde hace varios meses se reanudó el tráfico de maderas preciosas, que en su momento POR ESTO! denunció en el 2015.

Como informamos, la diligencia inició este lunes después de una denuncia anónima, y desde el mediodía 12 agentes de la Policía Federal, en coordinación con la Secretaría de Marina-Armada de México, lograron el aseguramiento de dos contenedores llenos de madera fina de presunta procedencia ilícita, con un valor de poco más de 2 millones de pesos.

De acuerdo a la denuncia que fue enviada a los órganos centrales del SAT, a Calderón León se le señala que desde hace dos meses a la fecha cobra 150 mil pesos por cada contenedor de madera preciosas a exportar, para lo cual cuenta con la complicidad de Luis Vergara Lope Acevedo, quien es el jefe de operaciones, y el subadministrador Wilberth Briceño Ravel, junto con Iván Escobar Bravo, jefe de informática de la misma Aduana de Progreso.

El modo de operar del administrador y sus funcionarios allegados es recibir el reporte del contenedor que contiene las maderas preciosas a exportar, lo cual se le informa a Alejandro Peraza, operador del área de modulación de la Aduana de Progreso y familiar político (cuñado) de Calderón León, para que proceda a modular el contenedor sin que sea sometido a proceso de muestreo en la aduana, ya que este cargamento tiene cubierta la cuota impuesta por el administrador, que es de 150 mil pesos.

El proceso de modular consiste en validar que la mercancía del contenedor cuente con papeles en regla, que ya hayan pagado contribuciones y que las facturas que amparan la mercancía están bien y cuadren en todo.

En la denuncia se asienta que el pasado 16 de mayo fue embargado un contenedor a nombre de “Servicio Exportador del Sureste S.A de C.V.”, se trata del contenedor MSKU-9387632, ya que no pagaron la cuota establecida y el cual fue modulado el pasado 10 de mayo de este año.

En la denuncia se explica que dos semanas después de aquella diligencia de embargo, la misma empresa pagó la cantidad de 600 mil pesos por los siguientes contenedores, que describimos a continuación: TGHU-989460, PONU-831319, SCMU-4809831 y TRLU8694432.

Estos cuatro contenedores de “Servicio Exportador del Sureste S.A de C.V.”, fueron modulados el 6 de junio del 2019 y su pedimento de exportación pasó, pero de ninguna manera fueron por la aduana, ya que contenían maderas preciosas o en peligro de extinción.

Tráfico de pepino, caballito y aleta

de tiburón

En la misiva se acusa directamente a Guillermo Calderón y a Wilberth Briceño de estar embarrados en el trasiego de pepino de mar, caballito de mar y aleta de tiburón de procedencia ilícita.

En días pasados se aseguró importante cargamento de pepino de mar en una bodega que almacenaba productos de madera, cargamentos del equinodermo que salen, ya sea por el Aeropuerto de Mérida o por la Terminal de Contenedores de Yucatán, y pasan por la Aduana de Progreso y aeroportuaria.

En la denuncia se menciona que el administrador y subadministrador controlan todo lo que entra y sale del Puerto de Progreso, incluyendo cargamentos de madera, pepino de mar, caballito de mar y aleta de tiburón

En la carta se lee que el pepino de mar está enviándose a China, ese producto es amparado bajo facturas falsas y el modo de operar es utilizar contenedores en los cuales se reporta pescado fresco congelado, para no alertar a la Comisión Nacional de pesca y por lo cual se cobra 700 mil pesos por contenedor, ya sea sin factura o con factura.

El mismo procedimiento se realiza con el caballito de mar y de la misma manera con la aleta de tiburón.

La salida de estos productos marinos también se realiza tanto por mar o por aire.

En el Aeropuerto de la Ciudad de Mérida, en la sección aduanera, ante la paciencia de la Policía Federal Preventiva destacamentada en la terminal aérea, el pepino de mar y el caballito de mar salen en cargamentos declarados como pescado fresco congelado en el pedimento, pero en el interior es pepino de mar ante la vista y complacencia de la jefa de sección, Soni Rita María Peña Ramírez.

Ella determina qué mercancías pasa por rayos x y cuáles no, por lo cual los oficiales de la sección aduanera son desplazados de la sección de modulación cuando van a pasar las cajas o paquetes.

El correo en el cual se delata el modo de operar y se pide la investigación de los funcionarios aduaneros de la terminal de contenedores de Progreso y del aeropuerto fue enviado a:

contralotoic@sat.gob.mx

ricardoahued@sat.gob.mx

margaritarios-farjat@sat.gob.mx

juan.alcala@sat.gob.mx

lourdes.hernández@sat.gob.mx

catalina.calderón@sat.gob.mx

Mecánica

La mecánica de la exportación de madera consiste en que los contenedores con ese producto entran al módulo de exportación de la Aduana de Progreso o depósito fiscal, en el área denominada Almacén Fiscalizado de la Terminal de Contenedores de Yucatán.

El segundo paso: el tramitador o agente aduanal presenta el pedimento o trámite de exportación en el módulo de la Aduana de Progreso.

Cabe señalar que los contenedores no se presentan en lo general físicamente, solamente en el depósito.

Para salir a exportación los contenedores pasan por un proceso aleatorio o selección aleatoria para determinar si les toca reconocimiento aduanero o no; cuando no les toca reconocimiento aduanero se les denomina desaduanamiento libre.

En el proceso de revisión aleatoria, si al contenedor le toca reconocimiento se hace una verificación y revisión física del contenedor, cuando toca desaduanamiento libre no hay inspección física, pero se puede aplicar un operativo a esa mercancía para hacer una revisión física.

Tras la revisión se determina si se muestrea o no dicho contenedor y su producto se hace la toma de muestras, estas se envía a un laboratorio para que determine qué especie de madera a exportar obra en las muestras.

En el laboratorio se determina que la muestra no sea madera prohibida, esta se libera para su exportación y si se trata de maderas protegidas se procede al embargo del contenedor.

Tras el envío de muestras de la madera asegurada el pasado lunes, se teme que haya habido manipulación de evidencias y suplantación de muestras para que el negocio continúe sin mayor problema

(José Manrique)