Yucatán / Sucesos

CAMPECHE, Cam., 4 de agosto.- Luego de estar viviendo cerca de un año a la entrada de la colonia Sinaí, mejor conocida como área de invasión, David Chinchilla fue desalojado por un grupo de mujeres, quienes aseguraron que dicho terreno le fue prestado a la mujer del presunto afectado, pero este la golpeaba y abandonó, por lo que fue sacado a la fuerza.

El hecho, donde fue necesaria la intervención de los agentes de la Policía Estatal Preventiva, se suscitó minutos antes del mediodía, cuando un grupo de alrededor de 30 mujeres decidieron sacar por la fuerza a David, ya que señalaron el lugar, donde se ubica una pequeña choza, sería derrumbada por un tractor, ya que se construiría un paradero de camiones.

Sin embargo, el presunto afectado señaló que todo es mentira y que no golpea a su mujer, que el terreno lo tiene desde hace poco más de un año, donde han decidido colocar una pequeña tienda de dulces, con la cual gana el sustento familiar, llegando el grupo de mujeres quienes mantienen asolados a los vecinos, debido a que ellas son las que deciden quién puede vivir en la colonia y quién no, además de cobrar por tomas de agua y energía eléctrica.

“Son minorías y las autoridades estatales y municipales deberían tomar cartas en el asunto, no es posible que porque las señoras vendan cerveza de manera clandestina, además de solapar a los ladrones, quieran venir a sacarnos de un pequeño lugar que en nada estorba el paso de la maquinaria de lo que se supone es un campo de fútbol”, relató.

Por su parte, las damas con martillo y palos en manos, dijeron que no soportarán a una persona que se dedica a golpear mujeres, por lo que exigieron que David Chinchilla abandone el lugar, ya que de lo contrario tomarán otras medidas drásticas, desbaratando parte del lugar que fue “construido”; esto luego de que la noche anterior se reportara el robo a transeúnte, acudiendo hasta el lugar los presuntos asaltantes, quienes ingresaron a la tiendita.

Elementos de la Policía Estatal Preventiva sólo acudieron para verificar que las cosas no se salgan del orden, escuchando la versión de ambas partes, señalándoles que acudan a la Fiscalía General del Estado para presentar una querella en contra de quien resulte responsable, sabiéndose que en dicho lugar no existen las leyes.

(José Salazar)