Yucatán / Sucesos

HECELCHAKAN, Cam., 4 de agosto.- Daños materiales de gran cuantía registró un aparatoso accidente en el que el operador de una unidad pesada se salió de la carpeta asfáltica y volcó cuando llevaba una carga de varias toneladas de tequila en distintas presentaciones. Esto ocurrió sobre la carretera federal Campeche-Mérida, a la altura del kilómetro 58+500, por lo que la carga minutos más tarde fue rapiñada.

Los hechos se dieron alrededor de las 7:30 horas de ayer, cuando a través de un reporte proveniente de la capital campechana se alertó a la Dirección de Seguridad Pública de un accidente en el que volcó un tracto-camión de la marca Freightliner, con placas 14-AF-7J del Servicio Público Federal, conducido por Omar Francisco Martínez, de 27 años e iba acompañado por Marco Mendoza, quienes resultaron ilesos.

Los implicados relataron que se dirigían a Yucatán para entregar un cargamento de tequila pero al conductor le ganó el cansancio y dormitó en el volante, por lo que perdió el control de la pesada unidad y esta cayó por una pequeña barranca, por lo que la volcadura fue inevitable teniendo en cuenta la carga de varias toneladas de licor.

Tras lo ocurrido, a los pocos minutos hicieron acto de presencia decenas de pobladores oriundos de las comunidades aledañas, quienes en cuestión de minutos rapiñaron el cargamento con la participación de todos los miembros de sus familias.

Fue lamentable ver cómo hasta los niños más pequeños eran quienes cuidaban las cajas y sacos llenos de bebidas etílicas mientras sus progenitores regresaban por más de la preciada carga.

Y es que al superar en número a los policías municipales, los hurtadores se llevaron hasta el material de los compartimientos, empleando desde picos, hachas, y otras herramientas.

Ante lo que estaba sucediendo intervino la Policía Federal para evitar la rapiña, pero nada pudieron hacer los agentes ante la multitud enardecida por tratar de ingresar a la barranca donde se encontraba la unidad, por lo que a pesar de las láminas rotas y los pies cortados de algunos pobladores, se tuvo que esperar a que se llevaran todo el cargamento para después poder remover los restos de la unidad empleando una grúa para trasportarla a la capital campechana.

(José Manrique Euán Martín)