Yucatán / Sucesos

Código Rojo

Debido a una orden directa del secretario de Seguridad Pública del Estado de Campeche, los elementos de las policías Municipal y Estatal deberán portar el chaleco antibalas correspondientes, así como tener listas sus armas de fuego por cualquier inconveniente; luego de recibir diversas amenazas directas tras la detención de seis peligrosos delincuentes en Ciudad del Carmen.

Cómo se dio a conocer el pasado sábado, se recibieron diferentes llamadas anónimas a los números del 911 en las cuales se advertía que se realizarían ataques directos a elementos de la policía, tanto Municipal como Estatal y agentes del Ministerio Público esto por la detención de seis delincuentes que se dedicaban a la trata de personas en un conocido bar de la Isla.

Ante las amenazas y el riesgo existente, el secretario de Seguridad Pública del Estado de Campeche, Jorge Argáez Uribe, dio las instrucciones a los directivos de las dependencias en “la Perla del Golfo” para ordenar a sus elementos portar el uniforme debidamente.

Como se recordará, en pasados operativos se detuvieron a seis presuntos delincuentes inmiscuidos en la trata de blancas en Ciudad del Carmen.

Se dio conocer que uno de los detenidos es un peligroso delincuente de organizaciones criminales que operan en el País, por lo cual la información se maneja de manera discreta.

Sin embargo, después de los llamados en los cuáles amenazaban directamente a los altos mandos, así como los elementos, éstos se mantienen protegidos con un chaleco antibalas tipo 3, el cual solamente los protege en el pecho y la espalda.

El resto de la protección que deberían utilizar los policías no es utilizado, debido a la falta de equipamientos por parte del Gobierno Municipal y Estatal que no han podido proveer para la seguridad de los elementos.

Atentado

Aún no se saben cuáles eran las medidas a utilizar por parte del director de Seguridad Pública, Carlos Eduardo del Rivero Galán, para tratar de proteger a su cuerpo policiaco, el cual se encuentra en riesgo inminente de sufrir un atentado en cualquier momento como ha ocurrido en otras partes del País.

(Texto y fotos: Ricardo Jiménez)