Yucatán / Sucesos

Se degolló por problemas con su pareja; él era un médico de 55 años de edad y ella una joven de 24 años, vivían en el predio marcado con el número 532 de la calle 59 entre 50-B y 50-E del fraccionamiento Anikabil, muy cerca de la Hacienda del mismo nombre.

Los hechos, como dimos a conocer, se registraron el pasado lunes, alrededor de las ocho de la noche, cuando el cuerpo del médico Mario R. Catalán R., de 55 años de edad, y no de 54, cómo se había dado a conocer en redes sociales, fue encontrado esa noche por su esposa, quien había regresado de trabajar a las 20:00 horas y se llevó la desagradable sorpresa de ver a su “media naranja” tirado sobre la cama, teñida de sangre, en la planta alta, con una gran herida en el cuello que se ocasionó con un arma blanca, al parecer con el filo de un hoja de afeitar, encontrado junto a su cuerpo.

El occiso ya había avisado de que atentaría contra su vida, debido que le había enviado a su conyugue Pamela X. Sánchez R., de 24 años, varios mensajes de Whatsapp, tanto texto así como de audio, amenazando con suicidarse.

La mujer dijo a los vecinos que tenía muchos problemas con su esposo y habían discutido bastante y que esa mañana el difunto le había dejado varios mensajes a su teléfono, donde decía que atentaría contra su vida.

La señora avisó al 911, por lo que al sitio arribó una ambulancia de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), pero los paramédicos sólo confirmaron el deceso, por lo que informaron a Umipol y el sitio en poco tiempo fue acordonado; el lugar se llenó de patrullas y vehículos de la Fiscalía General del Estado, así como de la Policía Estatal Investigadora (PEI), que se encargó de entrevistar a la esposa y vecinos.

Al lugar de los hechos, alrededor de las 00:30 horas del martes, llegó el personal del Servicio Médico Forense (Semefo) de la FGE, así como de criminología, que luego de recabar evidencias dieron luz verde para el levantamiento del cuerpo, tarea que se realizó poco después de las 02:30 de la madrugada.

En el lugar se encontraban familiares del extinto, originario de la Ciudad de México, así como un perro de raza pequeña, que no dejaba de hacer sonidos evidenciando la pena que sentía.

En el sitio quedó una unidad policíaca vigilando la casa, que aún seguía acordonada. La necropsia al cuerpo arrojó que la causa de muerte fue por anemia aguda pos-hemorrágica, debido a laceración de arteria carótida por herida de arma blanca. El cuerpo fue entregado a los familiares, a las 13:00 horas de ayer martes, para que le den cristiana sepultura.

(Luis Tamayo / Darvin Canché)