“Yo estaba aquí parada y vi que tiraron una luz, como un volador de esa casa, y como a mí me gustan esas luces de colores me quedé esperando, porque pensé que lanzarían más, pero como ya no hubo más me metí a mi casa y cuando iba entrando escuché un golpe fuerte, una explosión que cimbró todo, el suelo, las ventanas, el techo… salí corriendo y vi las llamas muy altas, mucho humo y gente corriendo. Parecía que se iba a acabar el mundo”, narró ayer la señora Ana María Arjona, vecina del fraccionamiento Francisco Villa Oriente, quien vive a unos cuantos metros del predio donde se suscitó la explosión la noche del pasado 31 de diciembre.
Ayer que continuaban las labores en el lugar del siniestro, con la presencia de los elementos del Ejército, de la SSP y de Protección Civil, también salió mucha gente a observar y la mayoría estaba sorprendida por lo sucedido, pues aunque se decía que ahí fabricaban explosivos, “bombitas” y demás, no había certeza de ello, hasta que se dio la explosión que dejó sin energía eléctrica a la zona y dejó sin festejo de Año Nuevo a todos los vecinos.
Doña Ana María narró al reportero de POR ESTO! que fue horrible, pues se cimbró todo y parecía que su casa se iba a caer también con el fuerte golpe. Luego de la explosión se elevaron las llamas y una densa humareda, luego de lo cual empezaron a caer rocas y demás residuos sobre su techo y sobre las demás casas.
Señal de la tragedia
A menudo, comentó, desde hace algunas semanas, lanzaban voladores, luces, como para probar el producto que se hacía en el lugar, al menos eso es lo que se decía entre los vecinos.
Esa noche, la del 31 de diciembre y alrededor de las 19:00 horas, estaba parada afuera de su vivienda y vio un volador que se elevó por el aire y con luz y pensó que por la fecha habría más, pero sólo fue el anuncio de la tragedia y de la fuerte explosión.
No hubo más fuegos artificiales como esperaba, sino una fuerte y trágica explosión que hasta ayer por la tarde había cobrado una víctima, según lo que se sabía, aunque se tenía la sospecha de que se encontrara bajo los escombros el cuerpo de una mujer, pues en el lugar de la explosión se halló una identificación y una bolsa de una dama.
“Decían los vecinos que allá fabricaban bombitas, pero nunca vimos si era así, sólo entraba y salía gente, pero nada más y ahora con la explosión pues vimos que sí, en efecto, era un lugar clandestino donde se hacían explosivos”, narró.
“La explosión fue muy fuerte, parecía que se iba a desbaratar hasta mi casa, el techo crujía y hasta el piso se cimbró, los cristales, todo, además de que se fue la luz”, expuso.
Dijo que luego de la confusión llegaron los bomberos y evacuaron a toda la gente que vive en la zona, les pidieron cerrar sus tanques de gas y, en su caso, se fue a casa de una hija para regresar el día de ayer que supo que ya había pasado el peligro.
Además, destacó que luego del siniestro fue la misma gente la que rescató a los niños que sacaron del predio contiguo.
Llegaron muy rápido
“La gente no se atontó, algunos vecinos sacaron a los pequeños y trataban de apagar el fuego echando agua, pero la verdad que los bomberos llegaron muy rápido”, comentó.
En apoyo a las labores que llevaban a cabo los elementos del Ejército, de la SSP y de Protección Civil que estuvieron trabajando toda la noche, tres mujeres les llevaron ayer una bolsa con unas 30 tortas de pavo y de but, pues consideraron que deberían tener hambre y por la zona no había nada que estuvieran vendiendo.
Las tortas fueron entregadas a un elemento del Ejército por la señora Isabel Do Porto, en compañía de Nancy Tzab y Yamile Alpuche.
“Creo que es bueno apoyarnos y apoyar a los que están trabajando, porque fue horrible, todo, una explosión fortísima y los niños de nuestras casas se abrazaron, ahora ya hasta están medio traumados de lo que pasó”, comentó la señora Isabel.
Aseguró que, en su caso, tampoco sabía que en el lugar se fabricaban bombitas y otros explosivos propios de estas fiestas, aunque ya había rumores de ello.
“Sólo se veía entrar y salir gente, creo que se turnaban los trabajadores, pero a menudo sí se veía que lanzaban voladores como para probar el producto que hacían y pues ahora ya sabemos que era un clandestino”, comentó.
Solicitaban trabajadores
De hecho, comentó que al parecer la casa se alquilaba y tenía un letrero que decía que se solicitaban trabajadores, pero no especificaba de qué se trataba.
“Mi hermano pasó por allá y vio que se solicitaban trabajadores, pero no se decía para qué y por ello no preguntó, pero es un hecho de que había gente trabajando en el lugar”, expuso.
Otros dos vecinos, Miguel Hernández y Oswaldo Cruz, señalaron también que la explosión se escuchó “gacho” y de inmediato se fue la luz, lo que hizo que se vieran las llamas más altas, pues consideraron que alcanzaban unos 10 metros de altura.
“No se veía qué hacían adentro porque había barda, pero pues decían que hacían bombitas y un cuate hasta me dijo que apenas había ido a comprar ahí bombitas antes de que explotara, pero nosotros nuca vimos que vendieran”, expuso Oswaldo.
“Se escuchó un putazo seco”
Dijo que al parecer con la explosión de la pólvora explotó un tanque de gas y es lo que hizo que la casa prácticamente se derrumbara, así como se afectaran las casas contiguas.
“Nosotros corrimos a echarle agua, pero no se apagaba, como que más se avivaba. Varios vecinos lo intentamos, pero no lográbamos mucho, hasta que llegaron los bomberos y la verdad sí llegaron rápido”, relató.
“Se escuchó un putazo seco y luego el flamazo, se cimbró todo, estuvo gacho”, expuso Miguel.
(David Rico)