Yucatán / Sucesos

Ante la ola de tremendo calor que ha estado calando entre los yucatecos y el encierro obligado por la pandemia del Coronavirus, los vendedores clandestinos de bebidas embriagantes están haciendo el negocio de su vida, según se comentó, ya que ofrecen las bebidas etílicas refrescantes a precios elevados y a domicilio, para que la gente no tenga que salir de sus domicilios con el riesgo de contagio.

Según se dice, una canastilla de cerveza oscila entre los 180 pesos, los cartones de cuartitos se ofrecen hasta en 500 pesos y los de misiles hasta en mil pesos, como si se tratara de productos de primera necesidad.

Hace unos días se decretó la Ley Seca en el Estado, un día antes, cientos de consumidores se lanzaron a los supermercados, tiendas como “Oxxo” y agencias de cerveza y licores, para surtirse de estos productos para enfrentar los días que dure la cuarentena y la medida adoptada por los autoridades de Gobierno.

Pero muchos de ellos no las adquirieron para su consumo personal, sino para hacer negocio para mitigar la sed de las personas que están acostumbradas a consumir este tipo de bebidas.

Es el caso que las autoridades policiales han detenido a algunas personas vendiendo y comprando en forma clandestina, no sólo en Mérida, sino también en el interior del Estado, incluso se detuvo a una pareja transportando cervezas y licor en su vehículo, y que presuntamente lo ofrecían en venta a través de las redes sociales.

Lo curioso es que ninguna de las personas detenidas ha enfrentado a un Juez, todos los que han sido detenidos durante la contingencia han sido dejados en libertad, ya sea desde la cárcel pública, o bien, desde el Ministerio Público al que fueron consignados.

Hasta ahora, según se sabe, ningún caso por clandestino ha llegado a los Juzgados de Control.

(Armando Gamboa Romero)