Yucatán / Sucesos

Abuelito de Tizimín demanda a presuntos policías estatales por encañonarlo

Un grupo de sujetos armados, a bordo de una camioneta con el logo de la FGE ingresó por la fuerza al ejido “Presidente Keneddy”, para robar y agredir a los empleados presentes
Foto: Luis Manuel Pech Sánchez

Por buscarse la vida como vaquero del ejido “Presidente Kennedy” el septuagenario Félix Jiménez Fernández, originario de Tizimín, al igual que otros empleados sufrió golpes, injurias, y amenazas de muerte por parte de personas que se identificaron como policías ministeriales y estatales que irrumpieron violentamente, el pasado viernes cuatro de septiembre, para llevarse su motocicleta, animales y diversas pertenencias de su patrona, Delmy de Jesús Mena Aranda.

Se recordará que Delmy de Jesús Mena Aranda, propietaria de dicho ejido, asentó su denuncia hace unos días en la que indica que cuatreros que se identificaron como policías ministeriales y estatales de investigación ingresaron violentamente a su propiedad.

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Dichas personas secuestraron, amagaron y golpearon a los empleados del ejido “Presidente Kennedy”,  llevándose consigo más de 200 animales entre vacas, becerros, caballos, dos ganados de registro recién comprados en el mes de enero y diversas pertenencias, valuadas las pérdidas en aproximadamente tres millones de pesos.

Por lo anterior Félix Jiménez Fernández acudió a las instalaciones de la FGE para asentar su denuncia con el No. UNATD15-GH/001025/2020 por daños físicos, emocionales y patrimoniales, ya que él solamente es un trabajador e indica que no es posible que haya sido víctima de este abuso de poder, ya que no les importó que sea una persona de la tercera edad de 76 años para  arremeter contra él y causar pánico y violencia a todos los empleados.

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Señaló que no es justo que los involucren en problemas que desconocen, pues al igual que los otros vaqueros sólo acuden al ejido para obtener el pan de cada día, externó que fueron verdaderos momentos de angustia y desesperación los que pasaron en la fecha antes mencionada desde las seis de la tarde, cuando estos presuntos agentes de la fiscalía y policías estatales llegaron en dos vehículos, manifestando que al ingresar a la propiedad los encañonaron por lo que se sintió amenazado de muerte.

Narró que de una camioneta blanca con las siglas de la FGE se bajaron dos supuestos agentes que custodiaban a otro vaquero del rancho de nombre Paulino Herrera y que uno se encontraba en otra camioneta roja propiedad de su patrona, exponiendo que la camioneta se la quitaron a Paulino Herrera que iba de Panabá al rancho a llevar víveres y lo detuvieron en el camino.

Compartió que con insultos, amenazas y golpes los obligaron a juntar al ganado en el corral para cargarlo, que entre ocho y media y nueve de la noche comenzaron a llegar los camiones para subirlos.

Señaló que a él lo golpearon en el rostro y en la nuca y lo arrastraron cuatro metros, amenazándolo de que si no firmaba un documento lo continuarían torturando. Expresó que después de tanto dolor no le quedó más remedio que obedecer y ni siquiera sabe qué firmó; sin embargo, al recurrir a un licenciado lo orientaron y enteraron de que si lo obligaron a firmar algo y no estaban en presencia de un abogado, simplemente el documento es invalido y no sirve de nada.

Recordó que por los golpes que le dieron no podía montar su caballo, por lo que dos agentes se subieron a los caballos en compañía de Paulino Herrera y se fueron a buscar los ganados en los potreros. Uno se quedó con él junto con otro vaquero de nombre Filiberto mientras los custodiaban.

Entre sollozos manifestó la angustia que sufrió al observar cómo se llevaron su motocicleta, pues con este vehículo se transporta al rancho, pide que se la devuelvan, pues la compró con mucho esfuerzo y es fruto de muchos años de trabajo.

Exhortó que sobre los agresores caiga todo el peso de la ley.

Luis Manuel Pech Sánchez