La Policía Municipal de Progreso volvió a quedar en el “ojo del huracán”, ahora a causa de un elemento que al parecer no midió distancias en medio de su tránsito a bordo de una patrulla oficial y terminó colisionando un par de vehículos que se encontraban estacionados a las afueras de las residencias de sus respectivos dueños.
El percance ocurrió alrededor de las dos de la mañana de este domingo, cuando la unidad marcada con la numeración DPM436 se encontraba realizando un rondín de vigilancia en la calle 66 por 21 y 23 del oriente de la ciudad; sin embargo, la nula distancia que el elemento en turno descuidó mientras conducía el volante originó las dos colisiones.
Fue el conjunto vecinal que al darse cuenta de lo sucedido se aproximó hasta donde se encontraba la unidad, increpando al operador en turno para identificarse, petición a la que negó el uniformado, originando el descontento de los presentes, pues como se sabe, en este momento la policía carece de empatía con la ciudadanía por diferentes hechos que se han suscitado en el municipio.
Los afectados fueron un vehículo de una empresa de arquitectura con placas NRN-89-24 y un automóvil Honda con matrícula NAC-29-07, cuyos propietarios externaron su molestia, cuando llegaron los peritos de la Dirección de Seguridad Pública y Tránsito Municipal.
A pesar de los reclamos constantes de una ciudadanía enojada por el descuido del elemento de la DSPT, finalmente se hizo cargo de la reparación de daños la aseguradora en conjunto con la dependencia policiaca que sigue generando descontentos entre los porteños.
Destaca que apenas el día 28 de noviembre se registró un incidente parecido, cuando alrededor de las cinco de la tarde, la patrulla DPM283 propinó un severo golpe a una motocicleta marca Italika que se encontraba aparcada a las afueras del predio de su dueña.
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JG