Un engaño, al parecer, pudo ser la causa de uno de los dos suicidios de dos mujeres que ocurrieron entre la noche del miércoles y el mediodía de ayer en los fraccionamientos Gran Vistana y Santa Isabel, ambos de Kanasín.
De acuerdo con datos obtenidos, en el primer caso, Carlos N.C., de 65 años de edad, llegó a la casa en la calle 4 entre 39 y 41 de Gran Vistana, donde vivía su pareja Cecilia N.O., de 46, pero cuando habló para pedir que la mujer le abriera la puerta no recibió respuesta.
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Eso le preocupó, ya que días antes tuvieron una discusión. Rompió el miriñaque de la ventana para alcanzar el picaporte de la puerta y abrirla; al ingresar encontró a la mujer suspendida del cuello en uno de los hamaqueros del cuarto.
Solicitó ayuda a las autoridades, ya que al parecer el cuerpo llevaba dos días colgado. Arribaron agentes de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) para verificar el reporte; también llegaron paramédicos de la misma corporación policiaca, pero estos sólo verificaron la muerte.
Luego acudieron elementos de la Policía Estatal de Investigación (PEI) para realizar las investigaciones correspondientes y descartar que se tratara de un hecho delictivo; el protocolo de feminicidio se activó, como ocurre cada vez que muere una mujer. Algunos vecinos comentaron que, al parecer, Carlos tenía otra familia y discutieron porque él iba a regresar con su primera esposa y presuntamente ese fue el motivo del suicidio.
Segundo suicidio
El otro hecho tuvo lugar en el predio 618 de la calle 58-A con 69-B de Santa Isabel, donde se dijo que Gabriel V.C. llegó a casa de su hermana Gabriela V.C., de 40 años de edad. Como llamó a la puerta en reiteradas ocasiones sin recibir respuesta se las ingenió para ingresar y la halló ahorcada.
Comentó que la descolgó con la idea de que aún podía salvarla, pero fue en vano. Hizo el reporte a las autoridades policiacas, a través de los números de emergencia. Según se averiguó, Gabriela estaba bajo tratamiento médico y hasta la madrugada de ayer, algunos vecinos comentaron que la vieron por última vez, pero a las 10:00 horas se enteraron de la desagradable noticia.
Acudieron paramédicos y agentes de la Policía Municipal de Kanasín, pero la mujer había fallecido. Los uniformados delimitaron el lugar y cerraron la circulación, mientras los elementos ministeriales realizaban los trabajos.
En los dos casos, personal del Instituto de Ciencias Forenses de la Fiscalía General del Estado (FGE) se hicieron cargo de las pesquisas correspondientes y los del Servicio Médico Forense (Semefo) hicieron el levantamiento del cadáver para trasladarlo a la morgue, donde realizarían la autopsia de ley a los cadáveres.
Hasta ahora, en el Estado suman 170 las muertes autoinfligidas, de las cuales 135 son hombres y 35 mujeres; de éstas tres se han privado de la vida por ingerir herbicida, dos en Tizimín y una en Oxkutzcab, otra consumió una sobredosis de antidepresivos en su casa de Ciudad Caucel. De los hombres que atentaron contra su vida tres se dispararon con un arma de fuego en Dzemul, Mocochá y un menor de edad bebió herbicida en Popolnah, comisaría de Tizimin. Con estos dos decesos en los municipios han ocurrido 112; Tizimín suma 17 y Kanasín 13, en los siete meses y medio de este año.
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JG