La delincuencia no tardó en salir en estas fiestas carnestolendas, para desatar el terror entre población local y turistas, pues apenas tras los primeros eventos y derroteros de esta edición, trascendió que un par de sujetos intentaron asaltar una tienda de autoservicio situada en el malecón tradicional "Romeo Frías Bobadilla".
Esto sucedió durante uno de los derroteros nocturnos de este fin de semana, cuando exactamente en la calle 19 por 78 del primer cuadro de la ciudad, comenzaron a escucharse gritos y forcejeos, adueñándose este punto de la atención de los presentes.
En cuestión de minutos, se armó un operativo a cargo de dependencias como la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito. Del sitio salieron un par de sujetos en presunto estado de ebriedad, uno de ellos resultó incluso con una herida abierta en las manos.
El sitio ameritó ser acordonado, mientras que el personal atónito procedió otorgar detalles a los oficiales que se encontraban en el sitio, pues en efecto, los dos “visitantes incómodos” habían tratado de cometer un asalto a pesar de las miradas de trabajadores y clientes.
Testigos que otorgaron sus palabras a esta corresponsalía informaron que todo se desató a causa de un par de sujetos qué, bajo presuntas influencias del alcohol y apariencia foránea, ingresaron a la tienda de manera agresiva y posteriormente se dirigieron a una de las cajas que operaban para pedir dinero.
El incidente fue avistado por otros clientes. Uno de ellos cerró el único acceso de salida colocando una bolsa de hielo, por lo que los "amantes de lo ajeno" empujaron desesperados la puerta mientras otros turistas hablaban a las autoridades.
A pesar de que el problema se solucionó de manera eficaz, se necesitó la presencia de los elementos estatales y municipales ante la cantidad de turistas que aglomeraron el punto de conflicto. No faltaron los reclamos en el área, pero la seguridad de los agentes en turno pudo calmar los ánimos.
Se requirió que durante varios minutos, la plantilla de trabajadores emprenda labores con base a limpieza, pues la entrada de la tienda de autoservicio quedó llena de cristales, hielos y hasta sangre en el piso por un par de cortadas que se llevaron los “amantes de lo ajeno”.
Para efectos legales, los culpables fueron llevados a la cárcel pública del municipio situada hasta el poniente de la ciudad, mientras que el encargado del turno en que sucedió este incidente, recibió asesoría jurídica en caso de querer interponer una demanda mediante su empresa.
Apenas el fin de semana pasado, en este mismo lugar se cayó su anuncio tras los embates del frente frío número 32. A pesar de que una madre y su pequeña hija estuvieron a punto de quedar lesionadas, hubo intervención de trabajadores y turistas aledaños.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información
JG