Consternación e indignación causó entre habitantes de Motul un caso de maltrato animal que ocurrió en la colonia San Roque. Un perro doméstico, de pelaje blanco, sufrió una grave herida cortante en una de sus patas, un acto que ha generado llamados urgentes a la justicia por parte de vecinos y activistas.
De acuerdo con el dueño del animal, identificado con las iniciales C.M., afirmó que tiene pruebas del presunto agresor y solicitó el apoyo de las autoridades correspondientes para proceder legalmente contra él. Según declaraciones, no es la primera vez que el señalado comete actos de crueldad contra animales en la zona, lo que ha aumentado la preocupación de los residentes.
Al can lo atendió un veterinario para tratarle una lesión que, según informes, tenía más de tres centímetros de profundidad y ponía en peligro su vida. La intervención oportuna permitió estabilizar su estado de salud.
Este no es un caso aislado en Motul, donde se han reportado otros actos de violencia extrema contra animales. Vecinos de la calle 29 entre 38 y 40 relataron el hecho contra una perrita encontrada con graves lesiones en su área genital, aparentemente producto de abuso sexual. En otro caso, una perrita llamada “Lía”, sufrió severas quemaduras después de que le arrojaran agua hirviente.
Los ataques contra los perros han generado indignación en la comunidad, donde ahora se exigen acciones más contundentes de las autoridades locales y de la Fiscalía General del Estado. Los vecinos temen que, de no tomarse medidas, este tipo de violencia podría extenderse y poner en riesgo incluso la seguridad de las personas, particularmente los niños.
Investigan Ataque Reciente
Los colonos solicitaron mayor vigilancia en la zona y una investigación exhaustiva de los casos reportados. Hasta el momento no se ha confirmado si las autoridades judiciales han iniciado procedimientos formales respecto al ataque reciente.
Esta agresión pone de nuevo sobre la mesa la urgente necesidad de poner en marcha medidas más estrictas y efectivas para combatir el maltrato animal, un problema que no solo afecta a las víctimas directas, sino que también refleja un grave deterioro en el tejido social de la comunidad.
En marzo pasado, se aprobó en el Congreso del Estado la “Ley Rufo”, una modificación a la Constitución, en honor al asesinato de un perro que llevaba ese nombre, por un sujeto en un domicilio de la colonia Chuburná de Hidalgo.
En ella se establece un castigo de cárcel de hasta 10 años para quien cometa el delito de maltrato animal. Con eso se buscó restringir la posibilidad de que las personas imputadas por crueldad animal accedan a un criterio de suspensión condicional del proceso, lleguen a juicio y se emita una sentencia.
También, se amplió la protección en favor de los animales en su condición de seres sintientes, porque bajo la legislación anterior solo se mencionaba que se podía cometer el delito de crueldad contra animales domésticos, mientras que la nueva redacción abre el término para proteger a todos.
