Talles artesanales sobreviven de milagro / Cada vez es menor la demanda de reparaciones,
pues los zapatos son casi desechables / Bonito oficio que tiene su origen en la época virreinal
CAMPECHE., Cam., 24 de octubre.- En el marco del Día del Zapatero, oficio que tiene su origen desde la época virreinal en México y que apenas sobrevive a duras penas, los talleres que quedan siguen siendo verdaderos talleres artesanales, cuyos conocimientos son trasmitidos por generaciones y se niegan a extinguir aún con la escasa demanda.
De acuerdo con el santoral católico, el Día del Zapatero se celebra durante este día ya que es el día consagrado a San Crispín, patrono de los zapateros, tras la leyenda de los hermanos San Crispín y San Crispiriano, quienes surgieron de una familia de aristócratas romanos que se convirtieron al cristianismo, a los que les dieron la tarea de viajar a las Galias (actualmente Bélgica) para predicar la palabra de Dios mientras trabajaban como zapateros.
Acción por la cual fueron perseguidos por el general romano Maximiano Hercúleo, mismo que al ver que se negaban a dejar sus creencias dio inicio a una violenta persecución para capturarlos, torturarlos y decapitarlos.
En la actualidad, pese a que el oficio no ha tenido la consideración social ni la compensación económica que parece debería corresponderle, no ha existido obstáculo para que el arte de reparar zapatos continúe transmitiéndose por generaciones de padres e hijos durante varias décadas.
Zapateros de la ciudad
En Campeche sobreviven 8 talleres artesanales de zapateros en el mercado “Pedro Sainz de Baranda”, quienes aseguran que ser zapatero ya no es sinónimo de tener un plato de comida garantizado al final de la jornada laboral.
En su mayoría, los herederos de esa actividad establecidos en el mercado principal coincidieron en que no todos los días son buenos, “hay días en los que no nos damos abasto con el trabajo, pero otros días en los que pasan las 12 y ni las moscas se paran en el local”.
Mario Canché y José Dzib, de 10 y 20 años de oficio, indicaron que la demanda de su trabajo ha venido a la baja desde hace mucho tiempo, por lo que igual se han visto en la necesidad de diversificar su trabajo, ahora también reparan mochilas, cierres y diversos artículos que puedan ser remendados.
Mario Canché mencionó que hace 10 años no se daba abasto en su local, pero ahora es un “volado” abrir el negocio porque hay días en los que pasando las 12 horas ningún cliente asiste.
“Antes si había mucho trabajo, pasaba medio día y ya tenía 4 o 5 encargos, ahora que te digo, no me han traído nada”, comentó.
Explicó que en sus inicios en el negocio se reparaban desde 8 hasta 12 zapatos en una jornada laboral normal, la tarifa del día, pero ahora, si bien les va, tienen hasta 5 pares de calzado por reparar, cifra que aseguró sigue yendo a la baja de la mano de las ganancias percibidas.
También detalló que la poca demanda de su trabajo ha obligado a los zapateros a aumentar el costo de sus honorarios, porque si antes la reparación de zapatos rondaba en los 30 o 35 pesos, ahora piden hasta 70 pesos para “sacar el día”, precios que confirmó no son bien vistos por los ciudadanos.
“Debemos ver de qué manera ganar para nuestras casas, los clientes ven cara la reparación de sus zapatos sin tomar en cuenta varios aspectos como los impuestos, el local, el material que se compra para trabajar y lo que queda para nosotros”, reveló.
Así mismo, dijo que la materia prima es más cara cada día, a cada reparación se le puede ganar de 20 a 25 pesos, dependiendo de lo que necesiten los zapatos, pues se hacen costuras, cambios de suela y reparación de tacones, sin contemplar los demás servicios que se ofrecen.
Reveló que las ganancias al mes de un zapatero oscilan entre mil 600 pesos, sin contemplar lo que se gastan en las herramientas de trabajo y el material utilizado, lo cual es un ingreso aproximado de 53.33 pesos al día, 35.3 pesos menos del salario mínimo en México.
La caída de esta actividad obedece a diversos factores, entre ellos la difícil situación económica que afrontan las familias, pero igual los zapatos baratos muchas veces no los llevan a reparar pues son casi desechables, indicó.
Hombres pagan más
por reparar su calzado
Por su parte, Adolfo López comentó que no se sabe quiénes reparan más su calzado, si los hombres o las mujeres, pero que si algo es cierto es la diferencia de precios entre los calzados de las féminas y de los varones, siendo el segundo más caro por diversos factores, entre ellos la suela y las costuras.
Desconociendo que hoy se celebra el día del zapatero mencionó que la gente sigue asistiendo para pedir costuras, cambio de suelas, tapitas para las zapatillas y cambio de cierres de bultos o mochilas, pero la realidad es que hasta en su oficio existen las temporadas altas y bajas, siendo las más difíciles cuando los alumnos salen de clases por vacaciones y a principio de año.
Agregó que los precios varían pero las ganancias no, ya que las costuras de zapatos están en 50 pesos, el cambio de tapita de zapatillas en 30 y pegar una suela en 150, siendo la ultima la que mayor dividiendo le deja, pues la suela la compran (con los abastecedores) en 90, dejando una ganancia de 60 pesos.
(David Vázquez / Alán Gómez)