En la plataforma de TikTok, el usuario “letsgetit.inversiones” compartió una fascinante explicación sobre la estabilidad sísmica de Yucatán, un tema que ha intrigado a muchos. A continuación, se detalla la información proporcionada por el creador de contenido y se complementa con datos científicos provenientes de estudios realizados por el Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY) y el Instituto de Geofísica de la UNAM, que han profundizado en las características únicas del suelo de la región.
Un pasado submarino
Hace más de 65 millones de años, la península de Yucatán estaba sumergida bajo el mar. Este hecho geológico es crucial para entender la composición actual del suelo de la región. Durante este periodo, un meteorito de aproximadamente 10 kilómetros de ancho impactó en lo que hoy conocemos como el Golfo de México. Este evento catastrófico, conocido como el impacto de Chicxulub, no solo causó un tsunami, sino que también dejó una huella geológica significativa, estudiada ampliamente por el Instituto de Geología de la UNAM.
Formación del suelo peninsular
El impacto del meteorito generó olas de hasta 150 metros de altura, que depositaron una gran cantidad de sedimentos y minerales en la región. Según el CICY, con el tiempo, estos materiales se acumularon y formaron el suelo peninsular, caracterizado principalmente por su estructura kárstica, compuesta de piedra caliza, residuos minerales y restos de coral.
Estabilidad sísmica de Yucatán
La estabilidad sísmica de Yucatán tiene como origen su suelo kárstico, formado por arrecifes de coral y depósitos marinos, lo que da lugar a un terreno resistente a los movimientos telúricos. Además, la península está ubicada en una zona asísmica, lejos de los límites de las placas tectónicas, donde generalmente se originan los terremotos. Esta posición geológica, descrita por el Instituto de Geofísica de la UNAM, reduce significativamente la probabilidad de que Yucatán sea epicentro de un sismo.
Aunque es posible sentir vibraciones leves provenientes de temblores en regiones cercanas, como ocurrió con el terremoto de 7.1 grados en Veracruz en 2021, estas son excepciones y no representan un riesgo considerable.
En resumen, la estabilidad sísmica de Yucatán se debe a su pasado geológico submarino, la formación de su suelo kárstico y su ubicación lejos de los límites de las placas tectónicas. Estos factores combinados hacen que la región sea conocida por su baja actividad sísmica.
JGH