Eudaldo Chávez Molina ¡Crónicas del T´nab!
TENABO, Cam., 11 de noviembre.- En breve tregua para la asunción al poder presidencial, AMLO se encuentra en Campeche en pleno preparativo para su toma de protesta como Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos.
Trascendió que llega de “descanso”, arropado, inspirado y acariciado por la brisa campechana y por la calidez de nuestra ancestral campechanía. Dispuesto a la reflexión, y para darle los toques finales al mensaje que habrá de pronunciar el 1 de diciembre desde el balcón presidencial.
La asunción del poder presidencial, registrará a Campeche, la tierra donde el Presidente de la República, delineó su discurso histórico que registra un cambio de régimen tan esperado desde hace décadas por el pueblo mexicano.
Campeche está en la agenda nacional y en el corazón de López Obrador. A partir del 1 de diciembre, Campeche empezará a vivir la verdadera transformación, partiendo del combate a la corrupción, en el marco de un cambio de régimen que registra la historia.
La elección del 1 de julio arrojó un resultado inédito, sin precedentes, el hastío de los ciudadanos se hizo evidente en las urnas, con un voto de castigo masivo y ejemplar.
La otra cara es el voto de confianza a favor de un cambio radical, que necesariamente tiene que pasar por el saneamiento del Gobierno en sus tres niveles, que hasta hoy, muestran una imagen de inoperancia, corrupción e ineptitud, enriquecimiento ilícito y carencia de efectividad de cara a un pueblo, cada vez más castigado por la inseguridad, la violencia y la pobreza.
Hay que dejar muy claro que la Cuarta Transformación se dio por la vía pacífica y por la renovación moral, lo que obliga a terminar con el favoritismo, el nepotismo, el amiguismo y el tráfico de influencias, que mucho daño han hecho a nuestra Patria, a Campeche y a Tenabo.
Por mandato del pueblo, las decisiones que ha tomado AMLO sientan un precedente hacia un cambio al interior del sistema político mexicano. Existe ya un estilo diferente de ejercer el poder, aún sin la banda presidencial. Un hecho inédito.
Por eso la mafia, que llenó un ciclo de injusticias, está nerviosa; saben que los favoritismos, la impunidad y las complicidades tienen los días contados.
La Cuarta Transformación descansa en los principios de la renovación moral, donde el Estado de Derecho será respetado, y la impartición de justicia ya no tendrá mensajeros, será imparcial, sin importar cargos o funciones, todo se resolverá conforme a derecho.
La solidez del estado de derecho es lo que realmente le interesa al nuevo Gobierno, que asumirá el poder presidencial en un escenario inédito, que registra un cambio de régimen.
AMLO ha sido firme en sus propuestas y convicciones, sabe que va por el camino correcto y por eso afirma. “No voy a ser florero; no estoy de adorno”. Lo está demostrando y lo confirmará cuando asuma la Presidencia de la República.
El futuro presidente de la república tendrá que acostumbrarse a las presiones de los grupos de poder económico, y lo va a lograr con el respaldo de las bases sociales y la autoridad moral que lo distingue de los demás políticos. Desde luego que son importantes las inversiones, eso nadie lo duda. Pero lo es más la fortaleza de un Estado de derecho inviolable.
La congruencia caracteriza al próximo Gobierno Federal que tiene la firme obligación social de cambiar el régimen podrido por otro que ofrezca soluciones viables a la complejidad de los graves problemas que aquejan al pueblo mexicano.
No hay que perder de vista que el futuro mandatario federal llega a la Presidencia con un mandato ciudadano muy bien definido, que es la de construir un proyecto nacional donde la sociedad mayoritaria tenga un espacio para tomar sus decisiones, y deje de ser excluida como ha sido siempre y más intensa desde 1982.
AMLO está cumpliendo sus compromisos de campaña mucho antes de que asuma el poder presidencial, no solamente borró del mapa electoral al PRI, sino que sacó del escenario político nacional a Enrique Peña Nieto.
En tanto avance en la dirección correcta, que es el camino del mandato del pueblo, contará con la base popular que hizo imposible un nuevo fraude electoral. No tiene por qué darle gusto a un grupo elitista de inversionistas voraces para echar a la borda las esperanzas que alientan a un pueblo históricamente humillado.
AMLO ha demostrado firmeza en sus acciones, la Consulta Ciudadana sobre la construcción del nuevo aeropuerto, fue sin duda un acto heroico de la democracia.
Con el resultado obtenido, que favoreció el Proyecto de Santa Lucía, corrió todos los riesgos habidos y por haber. La mafia en el poder profetizó el fin del mundo en México por la cancelación de esta magna obra, botín de un grupo rapaz, que se había beneficiado en los últimos cuarenta años.
Ha quedado claro que la confianza de los inversionistas en México, desde luego que no está perdida. Los que perdieron el botín de varios siglos, son un reducido número que han dañado en gran medida la economía nacional. Y como regalo de fin de sexenio el grupo rapaz pensó que tenía en la bolsa los contratos del último botín peñanietista con el mega negocio del nuevo aeropuerto.
La cancelación de la obra aeroportuaria de Texcoco es un hecho que la élite empresarial, muy reducido por cierto, no van a olvidar, nunca estarán conformes porque está en su esencia de clase pudiente imponer sus intereses. En la Cuarta Transformación estos actos de complicidades e impunidad no se permiten.
La pretensión de perpetuar la impunidad va quedando atrás. Ha quedado atrás también aquella duda de que el pueblo es el que manda. Las consultas ciudadanas marcan la pauta en este nuevo estilo de ejercer el poder presidencial, siempre de la mano del pueblo. AMLO nos demuestra que el poder sólo tiene sentido y se convierte en virtud cuando se pone al servicio del pueblo.
De ahora en adelante será el pueblo el que decida su futuro, los proyectos de impacto social y de trascendencia nacional serán sometidos a consulta pública porque así tiene que ser en una democracia participativa.
Las decisiones que se han tomado en el seno del Poder Legislativo nos indican que no habrá marcha atrás para consolidar el tejido jurídico que sienten las bases legales de la Cuarta Transformación, la élite empresarial tendrá que entender que los monopolios surgido al amparo del poder por medio de acciones ilegales, son un lastre que frenan el desarrollo y la democracia. La Cuarta Transformación ha comenzado. El 1 de julio el pueblo mexicano votó por un cambio de régimen; hoy el pueblo decide su futuro por medio de las consultas públicas.