ESCARCEGA, Campeche.-En medio de acusaciones mutuas, una mujer que acusó de intento de secuestro, en agravio de sus hijos, al conocido agrónomo José Luis Cahuich Quiab, fue igualmente trasladada a la Vicefiscalía General Regional porque éste la acusó de haber lapidado su casa porque su esposa se negó a darles trabajo para chapear su terreno, en la colonia Carlos Salinas de Gortari. Todo resultó ser un plan para robarle.
Los hechos ocurrieron a las 11:30 horas de ayer sábado, cuando la quietud de la colonia Revolución fue interrumpida en la calle 30-A por 47 por los gritos de la ciudadana María Cristina Rodríguez, quien pedía ayuda a los vecinos porque un hombre intentaba secuestrar a sus dos hijos, en referencia a Cahuich Quiab, quien iba siguiéndola en un automóvil Mitsubishi.
Cuando los vecinos salieron, notaron que unas personas del sexo masculino lo obligaron a bajarse y lo empezaron a golpear con una llave mecánica, aunado a que otras personas salieron y le apuntaron con un arma de fuego, aprovechando ese momento también para sacarle del vehículo su teléfono celular y sus lentes. Sin saber lo que en realidad ocurría, la gente empezó a gritar que lo lincharan.
Al lugar arribaron elementos de la Dirección de Seguridad Pública, a quienes dijo la mujer que momentos antes Cahuich Quiab, quien durante muchos años fungió como Cronista de la Ciudad, le había querido robar a sus hijos, Dionisio Mazariego Campos y Pedro Mazariego Rodríguez, de 12 y 7 años de edad, respectivamente.
Indicó que el presunto “secuestrador”, quien durante muchos años se desempeñó como maestro en el Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario No. 62 y como representante de una cartera en el comité municipal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), quiso robarles a sus hijos, pero no contaba con que ella también iba a ser asegurada y trasladada a la Vicefiscalía General Regional.
Invento
Al ser trasladados ante la autoridad ministerial salió a relucir la verdad. Cahuich Quiab y su esposa se hallaban en su casa, en la colonia Carlos Salinas de Gortari, cuando arribó la mujer y su familia, que se dedica a la recolección de botellas, para recibir los envases que constantemente les guardan para ayudarlos económicamente.
Una vez que tenían las botellas, uno de los menores le dijo que si limpiaban el patio, pero les dijo que no, lo cual fue suficiente para que se enojaran y empezaran a agredirlo verbalmente, hasta que empezaron a arrojarle piedras a la casa y, al querer encararlos, un sujeto sacó a relucir una navaja, con la que lo amenazó.
El agrónomo tomó su celular y llamó al 911 pidiendo ayuda, al ver la amenaza contra él y contra su esposa, diciéndole que le mandarían una patrulla y que si ya se habían alejado que los siguiera para no perderlos de vista. Obedeció y fue tras ellos, hasta que en la calle 30 A por 47 de la colonia Revolución, varios sujetos lo obligaron a bajarse y lo golpearon con una llave mecánica, al tiempo que le robaban.
Mentiras
Al ser trasladados a la Vicefiscalía General Regional, todo se aclaró, ya que la mujer aceptó que mintió al acusar de robo de menores al profesor, por lo que le devolvieron su teléfono celular, sus lentes y, además, le pidieron disculpas, aunque a pesar de todo eso Cahuich Quiab decidió denunciar por lesiones a quienes lo agredieron.
Pidió también la protección de la justicia para que estas personas no se acerquen a su vivienda por representar un peligro, ya que jamás pensó que esas personas, que se dedican a pepenar material para reciclar, fueran parte de una banda dedicada al robo, aprovechándose de su imagen de personas desprotegidas y necesitadas.
Falsa acusación
Lamentó que los vecinos actuaran también de una manera incorrecta, ya que al salir de su casa, sin averiguar primero, creyeron que en realidad se trataba del robo de un menor y estuvieron a punto de lincharlo por la falsa acusación de esa mujer.
(Texto: Martín Contreras /Fotos: Especiales y Martín Contreras)