La designación del nuevo fiscal anticorrupción del Estado se ha tornado en una farsa política para ver quién deja al protector de sus intereses políticos, pues varios de los candidatos pertenecen a grupos de interés, arropados no sólo desde el priismo más recalcitrante, sino también desde la propia “izquierda primorosa” y sus ansias de cara a la elección del 2021, se han propuesto figuras que incurren en evidente conflicto de interés por sus cercanas relaciones con el jurado que designará este importante cargo en Campeche.
Por parte del PRI Gobierno las acusaciones se enfocan en contra del familiar cercano del ex Gobernador Alejandro Moreno Cárdenas, quien pretende imponer como zar anticorrupción a su primo José Alberto Calderón Silva, quien desde su cargo como titular del Instituto de Acceso a la Justicia del Estado de Campeche (Indajucam) ha entorpecido la aplicación de la aplicaciones de leyes urgentes para el Estado, especialmente en cuanto a la atención de víctimas.
Las 18 propuestas para ocupar el cargo de Fiscal Anticorrupción parecen más bien planeadas para un cargo político, pues no son pocos los candidatos que provienen de corrientes políticas como el panismo o el perredismo.
Entre estas, llama la atención la única postulación carmelita, la del abogado Manuel de Atocha Novelo Chávez, quien pretende el cargo aludiendo su incorruptibilidad y trabajo en pro de la sociedad; sin embargo, recientemente sumado a MORENA, dentro de la llamada cargada de “neomorenistas”, pues formó parte del PRD y apoyó incluso al candidato perredista a la Alcaldía de Carmen, aunque luego cambió de preferencias, Atocha Novelo omite las relaciones personales que ponen en duda sus intereses para contender por el cargo.
Luego de dejar botado su apoyo al candidato municipal del PRD en las pasadas elecciones, Acisclo Paz López, Manuel de Atocha volcó sus preferencias hacia la candidatura a diputado de Ricardo Sánchez Cerino, el cual ganó el Distrito XI, y pasó a formar parte de su grupo de asesores pagados por el Congreso del Estado.
Pese a ello, Novelo Chávez presume su candidatura a zar anticorrupción como la más impoluta, pero esta semana iniciaron las entrevistas para ocupar el cargo y resultó evidente el conflicto de interés en el que incurre, ya que entre los diputados que forman parte de las Comisiones de Importación y Procuración de Justicia, y Puntos Constitucionales y Control Interno de Convencionalidad, que son los que realizan las entrevistas y decidirán quién ocupará el cargo, se encuentra el propio Ricardo Sánchez Cerino, del que Manuel de Atocha es su asesor pagado por el Congreso, y el diputado primoroso José Luis Flores Pacheco, de quien dice ser “gran amigo”.
(Texto: Carlos Valdemar /
Fotos: Especial)