Históricamente, la comunidad de Hampolol ha sido un sitio rico. Fue uno de los primeros asentamientos desde la separación de Yucatán y donde se registraron batallas como la guerra de castas, que por ésta y otras razones los pobladores piden que sea una de las localidades a considerar como paradero dentro del trayecto del Tren Maya.
Abimael Cahuich Dzek, comisario ejidal de la comunidad, informó que hasta el momento las autoridades responsables del proyecto federal no se han acercado a ellos para plantear posibles propuestas turísticas en la zona, considerando que el ojo de agua “Ich Ha Lool Xa’an” ofrece una gran variedad de actividades ecoturísticas y recreativas para los visitante y que, a su vez, la derrama económica que esto dejaría beneficiaría a los lugareños.
“Mucha gente vendría de todos lados del país y el mundo y es bien sabido que el turismo es el que trae dinero y nosotros podríamos ofrecer artesanías, por lo que sí ayudaría al Pueblo”.
Informó también que sólo el ingeniero Rodolfo Galindo ha tenido comunicación constante con los más de 40 socios del centro, pero se ha limitado en informar sobre el respectivo pago del derecho que tienen sobre las vías férreas, del cual desconocen el monto.
Esta situación les genera incertidumbre, porque no es la primera vez que les ofrecen un pago respectivo sobre los derechos ejidales y sólo les otorgan una tercera parte de lo que por ley les corresponde. El hecho más cercano fue cuando les ofrecieron 2 millones de pesos por la ampliación de la carretera federal, un monto casi tres veces mayor.
“Por la carretera hace años, como es federal, sólo nos dieron 2 millones de pesos y después salió en el periódico oficial que eran 7 millones y medio, o sea que nos dieron menos, pero también nosotros firmamos sin saber exactamente cuánto era el costo de ese proyecto. Ya no pudimos decir nada, aunque claro, ellos (los funcionarios y proyectistas) ya sabían cuánto era del proyecto, pero a base de engaños nos hicieron firmar”, acusó.
Con la esperanza por que Hampolol sea considerado como paradero turístico dentro del proyecto del Tren Maya, Cahuich Dzek aseguró que en conjunto con los socios y ejidatarios no dejarán de gestionar ser tomados en cuenta, y que en breve entregarán una solicitud a los responsables en la que plantean los beneficios que tanto turistas como lugareños tendrán.
Solicitó también que las comunidades aledañas sean tomadas en cuenta, pues cada una tiene diversas historias que contar y para los turistas sería un plus cultural, ya que la historia del Estado inicia aquí.
“El ojo de agua está bonito, pero son órdenes de arriba; Hampolol y las comunidades vecinas no queremos quedarnos al margen del desarrollo, pero necesitamos que el gobierno invierta, que nos tome en cuenta y que las acciones se hagan allá en la reserva, para que así todos podamos tener ingresos; además, la zona arqueológica de Akanmul y la ex hacienda Ya’ax Kab, en Bethania, pueden ser también una oportunidad para que el beneficio sea parejo”, consideró.
Por último, hizo un llamado a las autoridades para que los consideren. “Yo como comisario, pido mejoras para el Pueblo, el turismo es dinero y nosotros debemos trabajar para obtener ingresos y mejorar la calidad de vida de los que aquí vivimos; yo sólo pido que nos miren, que tenemos todo para ofrecer al turismo, tenemos grandes historias que contar y sabemos cómo hacerlo, el campechano es sinónimo de cordialidad”.
(Jorge Chan Ordóñez)