Campeche

Familias recordaron a los Fieles Difuntos

HOPELCHEN, Cam., 3 de noviembre.- En lo que fueron los festejos tradicionales de los finados, Día de Muertos o Fieles Difuntos, la tradición se ha visto limitada por la complicada situación económica que se vive y las plataformas digitales y el internet, que nos traen costumbres ajenas a nuestra cultura e historia.

Luis Cauich, vecino de la colonia Aviación, mencionó que, antes, las celebraciones a los Fieles Difuntos se tomaban con seriedad y con mucho respeto y desde días antes la gente se encargaba de la limpieza de su casa, de su terreno y pintaba con cal sus albarradas, flores y veladoras, lo que anunciaba que ahí los finados tenían cabida.

Asimismo, los trastes y ropas se lavaban y se acomodaban perfectamente en espera de la llegada de las ánimas, que venían del más allá para convivir con familiares y amigos. Sin embargo, este año fueron pocos los que “caliaron” sus albarradas, lo mismo ocurrió con otros trabajos, aunque en los hogares no faltaron los pibipollos y quienes no elaboraron este alimento pasearon para hacer “maac”.

Indicó que la crianza de aves y cerdos ha quedado atrás por el incremento de la mancha urbana y ahora es más fácil ir al mercado, a las fruterías y carnicerías para comprar los insumos necesarios para la preparación de los pibes. Además, los jóvenes no continúan con la tradición y éstos se suman a prácticas modernas como el Halloween, ya que el internet les provee la información para celebrar esta fiesta que nos llega de Estados Unidos; por otro lado, las redes sociales nos recrean tradiciones de otros estados de la República, como son las calaveritas y catrinas, que ahora son incorporadas a los concursos de altares.

Por su parte, Justino Uc Che, vecino de la comunidad de Crucero San Luis, sostuvo que en su casa colocó su altar para recordar a los difuntos grandes y chicos. En ellos puso la flor de muerto, el pan de muerto y ofrendas como el puchero, dulce de pan y de calabaza, la naranja, la jícama y la mandarina, los plátanos; sin faltar la yuca con miel. Lo que no hizo fueron los pibes, pero a cambio disfrutó con su familia otras comidas tradicionales que acompañó con aguas frescas de frutas de temporadas.

Reconoció que la tradición se ha ido perdiendo y en parte se debe a que cada año es más difícil lograr las cosechas; el cultivo de maíz se perdió y ello representaba una fuente de ingresos para los campesinos; ello permitía celebrar estas fechas con humildad, pero con mucha devoción.

Por otra parte, la gente ha dejado de pintar sus bardas y albarradas como lo hacían antes y sólo la gente de la tercera edad elabora los pibipollos, ya que en la comunidad, las iglesias cristianas se han incrementado y todo ello propicia que la tradición se esté rezagando.

Cabe destacar que en esta cabecera municipal, el sábado, día de los Fieles Difuntos, en muchos hogares, se disfrutó de los tradicionales pibipollos, porque familiares y amigos se reunían para recordar con tristeza y nostalgia a quienes han dejado este mundo de los vivos para disfrutar de la vida eterna, pero también la alegría se hizo presente porque muchos recordaron los momentos felices que pasaron con los difuntos: los chistes y las anécdotas llegaban una detrás de otra arrancando la risa de quienes convivían alrededor de las mesas, disfrutando de sus bebidas con moderación.

Las lluvias cayeron, y de acuerdo con las creencias, la gente no dejó todo limpio y las almas santas de regresar al cielo dejaron caer las aguas para dejar todo limpio de nuevo.

(Jorge Alberto Uc Moreno)