Campeche

De nueva cuenta, y pese a que ya se había retirado el mar, el cambio de corrientes en la costa carmelita, más los efectos del barco encallado “Caballo de Trabajo” propiedad de Oceanografía que lleva meses ahí, están causando estragos en la playa, y la erosión sigue su cauce en las narices de las autoridades que hacen oídos sordos al problema.

La lente de POR ESTO! captó el avance del mar, que gracias a las inclemencias del tiempo se sigue abriendo paso con el aumento de la marea y de nueva cuenta invade el camino ya destruido.

Pese a que el barco se ha ido moviendo con el paso del tiempo, debido al fuerte oleaje y mareas, la popa de la gran embarcación se ha ido ladeando y puede llegar a volcarse, como ocurrió con el barco “Eclipse”, que de igual forma se encuentra encallado y tampoco se ha hecho nada por sacarse de la zona.

Cabe resaltar que el “Caballo de Trabajo” fue “reforzado” por los trabajadores que se quedan cuidándolo, con alambre de púas a las orillas de la estructura, con la finalidad de evitar que piratas modernos y chatarreros quieran traspasar a llevarse partes de la embarcación.

Por la proa del barco se han formado diferentes niveles de erosión, que resultan peligrosos para quienes se acercan mucho a la orilla de la playa, debido al fuerte oleaje que puede derivar en que se arrastre a cualquier persona de las que se acercan a tomarse fotos.

Pese al daño ambiental y el peligro para las personas, que no pierden el tiempo en acercarse a tomarse fotos y que ahora se utiliza como paradero turístico, ya que no se cuenta con letreros de advertencia, las autoridades siguen sin tomar cartas en el asunto, y lo que fuera una promesa de acciones se quedó en palabras.

El espurio Oscar Rosas González fue el principal promotor de salvar la costa carmelita y aunque hizo acciones mediáticas en medios de comunicación y redes sociales, no ha hecho nada por presionar a la empresa Oceanografía para que saquen el barco, aunque lo prometió.

Finalmente, el 2019 ya está prácticamente terminado y empezará otro año en el que el barco permanecerá en la zona, sin que nadie intervenga para removerlo y afectando severamente la playa y el ecosistema.

(Texto: Dayana Alcalá /

Fotos: Carlos Valdemar