El que hasta hace poco era considerado el crucero estrella en Progreso, el Carnival Breeze, pasó de ser una gran promesa a una decepción.
Ayer, el colosal barco llegó a las 7:41 horas desde Cozumel, pero lo que prometía ser una inyección económica terminó siendo un duro golpe para los comerciantes locales. Aunque el buque trajo a bordo a 5 mil 472 personas, sólo 200 decidieron bajarse y recorrer el puerto, dejando a muchos prestadores de servicios con las manos vacías.
Con 4 mil 117 pasajeros y mil 355 tripulantes, el Carnival Breeze generó grandes expectativas entre los trabajadores del sector turístico que se habían preparado para una jornada exitosa. Sin embargo, el poco interés por explorar el municipio resultó en escasas ventas y una frustración palpable.
A pesar de las inversiones y esfuerzos realizados por los locales, el día transcurrió sin las ganancias esperadas. Los vendedores de artesanías, restauranteros y guías turísticos se quedaron mirando cómo la mayoría de los pasajeros optaba por permanecer a bordo, dejando vacías las calles de Progreso.
Con la partida del crucero rumbo a Galveston a las 16:00 horas, el sentimiento de desilusión se apoderó de la comunidad. Muchos se preguntan si seguirán ocurriendo este tipo de situaciones y cómo afectarán a la economía en el futuro. Este inesperado desenlace dejó en el aire la duda de si las llegadas de embarcaciones seguirán siendo un alivio económico.