Campeche

HOPELCHEN, Cam., 12 de diciembre.- La noche del miércoles la feligresía católica se dio cita en el atrio de la iglesia de San Antonio de Padua para participar en las actividades organizadas para conmemorar los 488 años de la aparición de la Virgen de Guadalupe y cuya fecha se ha convertido en una fiesta nacional y en donde los devotos cumplen sus promesas y ofrendas, honrando así a la virgen de Guadalupe. El sacerdote Heliodoro Gijón Estrada fue quien ofició la misa y estuvo al frente de la serenata y de las tradicionales Mañanitas.

Los grupos de antorchistas de esta ciudad llegaron a la iglesia y luego se fueron a sus capillas y fue así como las Mañanitas se replicaron en las capillas de San Martín, El Tamarindo, Dolores Lanz, Santa Cruz y Santa Cruz I, entre otras, horas antes en varios domicilios de la ciudad se celebraron las novenas en honor a la virgen.

Los guadalupanos cumplieron así con su promesa a la virgen agradeciendo a la patrona de América por su salud, sus trabajos, su vida familiar y de todo lo que han recibido durante el año.

Los grupos recorrieron puntos de los estados de Yucatán, Quintana Roo y Campeche, incluso un grupo llegó hasta Tila, Chiapas, y todos en su conjunto agradecieron a la virgen el tener la oportunidad de convivir un año más; asegurando que salieron con mucho ánimo y están regresando cansados pero satisfechos, principalmente el agradecimiento por regresar sanos y salvos a esta ciudad.

En lo que fue la misa, Gijón Estrada hizo un recorrido acerca de las apariciones marianas y de cómo su llegada a nuestro país fue a través de una persona humilde como lo fue Juan Diego; que por ese hecho fue canonizado y santificado, Juan Diego dio cuenta a los representantes de la iglesia de la aparición y tras las dudas la imagen quedó grabada en su tilma y desde esa fecha, un 12 de diciembre de 1531, sigue siendo la virgen más venerada, no sólo de México sino en América Latina.

Posteriormente se realizó una procesión por las principales calles de la ciudad en donde los feligreses acompañaron a la venerada imagen demostrando con ello fe y devoción. La mañana de ayer jueves se ofició la misa de las rosas para continuar así con los festejos guadalupanos.

En esta cabecera municipal, en diferentes domicilios se efectuaron las novenas en donde “Las Nocheras” se encargaron de las ofrendas a la virgen, alimentos y bebidas que fueron compartidos con los asistentes, tal fue el caso de Víctor Canul Moo, Arseño Chablé, Martha Buenfil Canto y la familia Yah Chi por citar a algunas.

Rosarios y pasajes que ya son del dominio popular se hicieron presentes, además del Ave María y el Padre Nuestro. La familia Yah Chi celebró durante todo el día y los 6 socios aportaron 12 cerdos que fueron hechos chicharrón, morcilla y cochinita pibil que fueron compartidos con la gente y además acompañaron la celebración con la música de teclado.

En la comunidad del El Poste, en la parroquia de San Isidro Labrador, las novenas a la virgen estuvieron presentes y la organización corrió a cargo de María Guadalupe Pech Matos. Las novenas comenzaron a las 19:00 horas y terminaron a las 20:00 horas.

A las 4:00 de la mañana del jueves se llevaron Mañanitas a la virgen y a las 7:00 de la noche se llevó a cabo la última novena, misma que terminó a las 20:00 horas, posteriormente se llevó a cabo la procesión y todo finalizó con un convivio entre los pobladores que disfrutaron de comidas, bebidas, antojitos y no faltó la pirotecnia y los temas musicales que durante décadas se han compuesto a la Virgen Morena.

Por la difícil situación económica y por los riesgos que se corren durante la travesía, en este año los antorchistas locales no salieron a su peregrinación y con ello al encuentro con su fe.

En Santa Rita Becanchén, la familia Ramos Pérez celebró el novenario a la Virgen de Guadalupe, las novenas estuvieron muy concurridas y la gente participó con solemnidad y algarabía.

Los rezos y cantos regresaron a la mente, la imagen de la Virgen de Guadalupe cuya imagen colocada en un altar fue objeto de la veneración, fe y devoción de los feligreses y también participaron las monjitas que están al frente del convento del Sagrado Corazón.

Los voladores y el acompañamiento de un órgano melódico hicieron de este evento religioso, la ocasión propicia para convivir, disfrutar de comidas, dulces y antojitos. De esta manera, el fervor guadalupano estuvo presente en los chenes.

Ayer jueves, los antorchistas guadalupanos estuvieron pasando por la mañana y por la tarde la ciudad comenzó a regresar a la normalidad aunque en algunos predios y capillas los festejos continuaron.

(Jorge Alberto Uc Moreno)