PAKCHEN, Hopelchén, Cam., 9 de febrero.- Por pura suerte se salvó un menor de edad ante la mordedura de una serpiente conocida en la zona como ‘wolpoch’, un animal rastrero que tiene un potente veneno, pues de inmediato se adhiere en los tejidos y puede provocar la muerte instantánea.
Es por ello que el agente municipal, Manuel Yeh Keb, hizo el llamado a las autoridades de salud para que brinden antídotos en los pueblos ya que esto podría salvar muchas vidas, pues en comunidades como Xkan-há se han presentado decesos ya que ahí abundan estas alimañas.
Dichos animales rastreros son una amenaza para los pobladores ya que abundan en la zona por los altos montes, de ahí ingresan a los patios y entran al hogar, guardándose en roperos, bolsas, basura e incluso en la maleza.
Es bien sabido que una mordedura de serpiente venenosa es de alto peligro debido a que la ponzoña se trasporta rápidamente por el torrente sanguíneo y podría ocasionar un paro cardíaco, por lo que hacen falta antídotos, suero antiviperino y anticrotálico, los cuales se usan de acuerdo a la cantidad de veneno inyectado por la serpiente.
Así mismo, mencionó que el menor fue atacado por el animal en el patio de su domicilio, y el hecho fue tan rápido que sólo lograron escuchar el grito del infante.
Debido a lo anterior sus progenitores viajaron inmediatamente a la cabecera municipal e ingresaron al niño al Hospital Integral para que recibiera los primeros auxilios ya que éste estaba cambiando de color.
Los padres mencionaron que gracias a Dios el niño se salvó, pero para que casos futuros no se compliquen deberían tener antídotos en todas las localidades, aunque se sabe que éstos son bastante caros y necesitan mantenerse en refrigeración.
Por último, el agente municipal explicó que en otras ocasiones las mordeduras son leves ya que no son venenosas y no requieren mayor atención, pero en el caso de esta especie hay reportes de que incluso se han visto a la orilla de la carretera.
Así mismo, se deben tomar precauciones ya que se avecina la temporada de lluvias y buscan refugio, y si alguien tropieza con ellas podría suceder una desgracia.
(Jorge Amado Caamal Ek)