El Remate, destino turístico

EL REMATE, Calkiní, Cam., 4 de febrero.- En el municipio existen atractivos turísticos que deben darse a conocer de manera permanente, tal es el caso del ojo de agua llamado El Remate, el cual se ubica a aproximadamente 47 kilómetros de la cabecera municipal, distinguido como un lugar ecoturístico para visitar con toda la familia para poder entrar en contacto con la naturaleza y despejado de la tecnología.

El Remate es un ojo de agua el cual se conecta con el Golfo de México a través de un canal artificial de aproximadamente 8 kilómetros de largo, mismo que fue construido para poder facilitar el comercio de la zona con otros lugares, siendo ahora y después de muchos años, un atractivo a camino con rumbo a Isla Arena.

En este lugar de agua cristalina se puede disfrutar de los kayaks y pasearse por los canales hechos a través de la naturaleza, como las palmeras y las especies endémicas del lugar, siendo a su vez un lugar tomado como balneario natural de zonas de profundidad variable que pueden ir hasta los 4 metros de profundidad.

Cabe mencionar que esta zona está incluida dentro de la zona de manglares conocida como Los Petenes, pero que a la presente fecha sigue siendo un espacio donde las familias pueden llegar con toda la tranquilidad por vía terrestre después de atravesar el poblado de Tankuché, encontrándose a escasos 15 minutos del lugar.

En El Remate se puede disfrutar del agua fresca y cristalina, rodeada de vegetación que crecen en forma de anillos, como las palmeras, tulares, y los manglares rojos que muestran parte de la zona selvática, que a su vez deja ver a diferentes especies de aves y otros animales de la zona.

Así como muchos que no han tenido la oportunidad de llegar a este punto mágico en medio de la naturaleza, El Remate muchas veces es confundido con un cenote pero en realidad es un ojo de agua, el cual brota sus aguas de la zona del manglar.

Este punto del municipio de Calkiní recibe una mayor afluencia turística en los días de calor, pero sobre todo en el puente vacacional de Semana Santa, donde los bañistas cunden este espacio que se convierte como un principal centro de convivencia de familias con lo natural del lugar, pero sobre todo es un lugar donde sólo puede tener atención en la belleza del mismo, ya que se desconecta totalmente del mundo al estar sin la tecnología acostumbrada.

Los propios pobladores cercanos acuden a este sitio donde a lo largo de su canal de 8 kilómetros realizan la pesca de las mojarras, mismas que son preparadas como un platillo de la zona.

(Jorge Aké Gutiérrez)