El entredicho líder de taxistas Carlos Raúl Castillo Baqueiro insiste en mantener el control del gremio mientras el grupo que se ostenta como legítimo, dirigido por Cuauhtémoc Muñoz García, acumula cada vez más pruebas que evidencian la persecución desde las autoridades estatales con el IET como brazo operador, y la ilegalidad de la dirigencia del primero.
Castillo Baqueiro reconoció que su Toma de Nota venció desde el 2016, sin embargo justificó que él continúa al frente del Sindicato de Taxistas pues no existió otra asamblea y simbólicamente tiene que ser el líder porque “alguien tiene que hacerse cargo”.
Pese a ello las irregularidades en el servicio son cada vez mayores, desde asaltos en algunas unidades hasta cobros excesivos ante la falta de una dirigencia que ponga orden en el gremio.
“La otra parte se quieren agarrar de un amparo que no tiene nada que ver con la cuestión sindical, la única autoridad laboral competente que puede decir quién es el que representa es Conciliación y Arbitraje a nivel Estado, a ellos se les niega el toma de nota porque fue una asamblea que no estuvo conclusa, que carece de certeza legal, por eso hasta ahora la única Toma de Nota que existe es la mía, no ha habido un toma nota nuevo, entonces tengo que seguir fungiendo, ayudando a los socios con ir al Instituto a hacer los trámites”, afirmó pese a reconocer que esta ya venció desde 2016.
“Ellos quieren seguir existiendo pero estamos hablando de 10, 15 personas, en cambio con nosotros yo tengo más de 600 socios, no podríamos hablar de dos grupos, unos disidentes que están complementados con choferes, con martillos y los concesionarios son otra cosa”, desestimó las acusaciones de usurpador.
“La resolución la tienen las autoridades, yo estoy en la mejor disposición de que así sea, y si es necesario más adelante que se haga una asamblea para elegir al nuevo dirigente estamos en la mejor disposición. Para mí fuera fácil, yo ya terminé, a ver a quién se lo dejo, pero es el sentido de responsabilidad el que me mantiene ahí”, aseveró.
(Texto y fotos: Carlos Valdemar)